MURCIA. Concha Velasco cumplirá 84 años dentro de unos días. Y su exitosa Chica ye-yé cumplió los 58 este mismo año.
Para que aquella chica de Valladolid, aún Conchita, llegara al número uno de las listas de éxitos españolas, sin dedicarse a la canción, tuvieron que darse una serie de casualidades, y entre ellas que interpretara aquel tema, compuesto en realidad para Luis Aguilé, en uno de los descansos de la grabación de la película Historias de la televisión, de José Luis Sáinz de Heredia, de la que era protagonista.
Fueron 27 semanas en las listas de éxitos, tres de ellas en lo más alto, para una canción pegadiza y bailable, que puso de moda el término 'ye-yé', al punto de que el Real Madrid que ganó un año después la Copa de Europa fue bautizado con ese apelativo.
Y se preguntará el lector qué tienen que ver la popular canción o la intérprete con esta tierra. En definitiva, qué pintan ambos en estos ayeres, tan murcianos ellos.
"el letrista fue Antonio Guijarro Campoy, uno de los más acreditados de su tiempo, nacido en Cartagena y criado en La Unión"
Pues resulta que, de un lado, la Velasco representaba a una chica murciana que buscaba una oportunidad en el mundo de la canción. Que parte de la película se rodó en Fortuna. Y que si bien el tema que nos ocupa debió su parte musical al célebre Augusto Algueró, el letrista fue, como tantas veces en piezas del compositor, Antonio Guijarro Campoy, uno de los más acreditados de su tiempo y, en la parte que nos interesa, nacido en Cartagena y criado en La Unión.
La salida de Guijarro del ámbito familiar, tras la muerte de su padre y su desacuerdo con las nuevas relaciones entabladas por su madre, le llevó a Madrid en busca de unos parientes paternos, y de la mano de los conocimientos musicales y el gusto por la poesía que le inculcaron desde muy joven, cambió los estudios de farmacia por la composición de letras para canciones, lo que le convirtió en coautor de numerosos temas de éxito.
Porque lo de la Chica Ye-yé no fue un hecho aislado en la trayectoria de Antonio Guijarro, cuyos hitos musicales arrancaron en 1953 y alcanzaron cimas como el Quisiera ser del Dúo Dinámico, número 1 en 1961; Estando contigo, del mismo año, que otra Conchita, Bautista en este caso, convirtió en la primera canción que llevó España a Eurovisión; la Tómbola, de Marisol, en 1962; por no hablar de Pasodoble, te quiero, Ni se compra ni se vende, Me gusta mi novio, A lo loco, Ola, ola, ola y, desde luego, el gran tema compuesto, junto con Algueró, para Nino Bravo titulado Noelia, en 1972, entre otros muchos.
La película en la que se dio a conocer La chica ye-yé, con Conchita Velasco al micrófono respaldada por el grupo Los Botines, en el que un año después entraría como cantante Camilo Blanes (artísticamente Sesto), se estrenó el 3 de mayo de 1965, y su rodaje trajo a tierras murcianas a su director, José Luis Sáenz de Heredia, que explicó las razones de la elección en una entrevista concedida a Juan Ignacio de Ibarra en octubre de 1964 en el balneario de Fortuna.
"Estamos preparando la próxima película, y para ella necesitábamos un balneario, pero, siendo tan fría la temperatura en el Norte, nos aconsejaron que viéramos en la provincia de Murcia, en Fortuna o en Archena, y así lo hemos hecho. Hemos venido directamente aquí, a Fortuna, y a mí me ha satisfecho", detalló el autor de Historias de la radio, que también indicó que se trataba de "una especie de repetición" de aquel éxito, diez años anterior.
"EL TRÁNSITO DEl año 1964 A 1965 NO PUDO SER MÁS DICHOSO, PORQUE FORTUNA TUVO UNA PRESENCIA informativa INSÓLITA"
También contó Sáenz de Heredia que los exteriores serían rodados en Madrid, Barcelona y Fortuna, aunque precisaba que, en este caso, habría que introducir "algunos pequeños arreglos, tales como colocar bombillas de colores y decorar un poquito; y eso sin olvidar que mi deseo de rodar en Fortuna me obliga a modificar la segunda historia en determinados aspectos, ya que el pueblo tiene unas características distintas a las que yo había pensado, y me interesa plasmarlo tal y como es, con su ambiente y su fuerza".
En efecto, en los últimos días de enero de 1965 fue cuando el Balneario de Fortuna se convirtió en plató cinematográfico de la mano de Historias de la televisión, con un equipo de 60 personas aplicadas a la tarea de confeccionar una película, el grupo murciano Teatro Latino reforzando a los famosos, con Conchita Velasco a la cabeza, en la parte interpretativa. Sin olvidar a Alfredo Landa, que simultaneaba el rodaje con su presencia sobre las tablas escenificando Ninette y un señor de Murcia. Su reto, aprovechando el trabajo en Fortuna, era precisamente conocer Murcia.
Fue cuestión de pocos días, pero durante ese breve tiempo, Fortuna contó entre sus habitantes con un grupo de famosos visitantes, menos de un mes después de haber sido sus habitantes agraciados con 37 millones y medio de pesetas del Sorteo de Navidad. De modo que el tránsito del año 1964 a 1965 no pudo ser más dichoso, porque vinieron a confluir una serie de circunstancias que llevaron a la pequeña población a tener una presencia informativa insólita.
Podríamos decir que entre la lotería, la película y la canción debida a la inspiración del cartagenero-unionense Guijarro Campoy y al ritmo de la Velasco, la Región, y sobre todo el pueblo del balneario, estuvieron por entonces de lo más ye-yé.