BRUSELAS. “España tuvo una subida de la economía muy fuerte en el último trimestre de 2020 y va a haber un rebote fuerte en los próximos dos años, si tenemos en cuenta la inyección de fondos del Plan de Recuperación y Resiliencia. Pero ello está supeditado a la reforma del mercado de trabajo y del sistema de pensiones”. Con estas palabras, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, recordaba las exigencias que acompañan a la recepción de los fondos post pandemia, EU Next Generation, que ayudarán a mantener el crecimiento de la economía en la Unión Europea (UE), cuando se vayan levantando las restricciones en todos los sectores y, en especial, el de servicios.
El comisario presentó en rueda de prensa el informe anual con la evolución de la economía a lo largo del año pasado y las expectativas para 2021 y 2022, destacadlo que “Europa sigue en las garras de la pandemia”. Gentiloni destacó que estas cifras no podían tener en cuenta “los riesgos y la incertidumbre, que siguen siendo muy altos, ya que dependemos de la evolución de la pandemia, con una emergencia sanitaria que ahora incluye nuevas cepas y el éxito de las campañas de vacunación”. También señaló otro elemento importante para esta evaluación, como es el impacto del plan de recuperación EU Next Generation, “porque nos faltan datos de este programa” al no haber iniciado su ejecución.
Respecto a España, explicó que “subió fuerte en el último trimestre y va a haber un rebote fuerte en los próximos dos años, teniendo en cuenta el plan de Recuperación y Resiliencia, que se centrará en la reforma del mercado de trabajo y en las pensiones”. Paolo Gentiloni defendió la recuperación del turismo como motor de la economía en España en cuanto se superara la pandemia, pero, dijo, “no podemos dar una evaluación completa, estamos trabajando con ciertos detalles y cifras con las autoridades españolas, con reuniones con la vicepresidenta Nadia Calviño que están yendo por el buen camino”. En este sentido, adelantó que “la hipótesis de crecimiento en 2021 se quedaría en un 2%”.
En general, las previsiones económicas de invierno de 2021 proyectan que la economía de la zona del euro crecerá un 3,8% tanto en 2021 como en 2022. La previsión prevé que la economía de la UE crecerá un 3,7% en 2021 y un 3,9% en 2022. Se espera que las economías de la zona del euro y de la UE alcancen sus niveles de producción anteriores a la crisis antes de lo previsto en las previsiones económicas de otoño de 2020, en gran parte debido al impulso de crecimiento más fuerte de lo esperado proyectado en la segunda mitad de 2021 y en 2022. No obstante, según el comisario, “las dificultades económicas no desaparecerán el 31 de diciembre de este año
El comisario Gentiloni no quiso ser catastrofista, sino realista y añadió que “la pandemia ha aumentado desde otoño, con infecciones y hospitalizaciones, y han aparecido nuevas cepas”, y el resultado es que “las autoridades nacionales han decidido reforzar las restricciones, aunque son menos fuertes que durante la primera pandemia”. Para Gentiloni, la clave de la recuperación de 2020 está en que, incluso en el último trimestre, la industria y la construcción han podido continuar funcionando, los colegios siguen abiertos y también el trabajo a distancia ha continuado, lo que ha preservado el empleo”.
Gentiloni explicó que “el tercer trimestre de 2020 alcanzó un fuerte crecimiento y en el cuarto hubo una reducción de la economía de 5%, pero no es comparable con el segundo semestre”. Por tanto, concluyó, “el año se contrajo menos de lo esperado y, en las primeras semanas de 2021, los estudios sugieren una actividad económica todavía reducida que se espera revitalizar más adelante, conforme vayan terminando las restricciones a finales del segundo trimestre”. En este sentido, insistió en que “la industria se está recuperando, pero los servicios se mantiene con debilidad. Esto no es una sorpresa, teniendo en cuenta que las medidas de contención tienen un impacto, en hostelería y ocio en especial”. También en el mercado laboral, añadió, “las medidas de contención son importantes, afectando mayoritariamente al sector de servicios”.
El comisario Gentiloni destacó también el apoyo a la liquidez de las empresas, que ha aumentado en un 19%. Y comentó que “los indicadores del mercado de trabajo esconden una parte de la realidad, debido al infra-empleo que no queda cubierto por las estadísticas”. Por ejemplo, explicó, “hubo un auténtico colapso en el primer semestre por la persistencia negativa de la pandemia. Por eso, el índice de expectativas se mantiene ahora más bajo, aunque hay muchas personas que esperan volver a su trabajo en el sector de servicios”. En este punto, el comisario tuvo que ser realista y añadió que “no podemos dar por sentado que todos los puestos de trabajo se mantengan una vez se levanten los apoyos”.
En general, añadió, “los precios y la inflación seguirán a un nivel bajo incluido el 2022 y, excepto Irlanda, habrá un aumento de la expansión en todos los países. Ya vemos la luz al final del túnel, porque la vacunación y el levantamiento de las restricciones harán que se recupere la actividad económica, y esto beneficiará a todos los Estados”.
Sin embargo, advirtió el comisario, “hay expectativas de divergencia entre distintos países, factores que dependerán de la duración de la pandemia y de las estructuras económicas de los distintos Estados miembros”. Con una diferencia en el incremento del PIB, la UE espera que se alcance el nivel económico previo a la pandemia en el segundo semestre de 2022. “Aunque algunos países tardarán más tiempo e iremos a un 4% por debajo de las previsiones previas a la pandemia”, insistió Gentiloni.
El informe de la Comisión insiste en que, en estos momentos, la incertidumbre se mantiene muy elevada pero se han equilibrado las previsiones económicas, con riesgos a la baja por las nuevas variantes de la covid-19, que afectarán a Europa y a nivel global. La UE puede reducir el levantamiento de las restricciones y ello provocará un impacto en el número de quiebras de empresas, lo que podría afectar al potencial de nuestras economías, con un aumentó de la desigualdad, también la de género” adelantó el comisario de Economía.
Estas divergencias podían tener una duración en el tiempo no prevista, con pérdidas de eficiencia económica y un efecto multiplicador. “Pero el control de la pandemia cambiaría las previsiones si, por ejemplo, las vacunaciones pudieran ir más rápido de lo esperado, se podría evitar la transmisión y ello ayudaría a levantar las restricciones antes”, manifestó Gentiloni. Y añadió que otro factor positivo sería que “la demanda podría recuperarse con más fuerza, si las economías domésticas, con sus ahorros, pudiesen empujar a la demanda más de lo esperado”.