MURCIA. Comienzan los primeros contactos entre PP y Vox. Al menos a escala municipal. El alcalde electo de Lorca, el popular Fulgencio Gil, se ha reunido este jueves con dos ediles electos de Vox en la terraza de un hotel de las Alamedas. Gil, que ya comunicó que abriría una ronda de consultas, se reunirá este viernes en la Plaza de España con el regidor en funciones, el socialista Diego José Mateos.
Gil, acompañado por su número dos, Rosa María Medina, se ha citado con Carmen Menduiña y José Martínez (números uno y dos de Vox, respectivamente). "El ambiente ha sido de cordialidad, receptividad y ha permitido realizar un análisis de la situación en el municipio", destacan fuentes populares.
La toma de posesión se celebrará el próximo día 17 de junio en el Ayuntamiento de Lorca. La posición de Vox no es determinante para el bastón de mando... salvo que la formación de Menduiña decida aliarse con el PSOE. Tal y como reza la Ley de Régimen Electoral General, las elecciones de los alcaldes se proclaman por mayoría absoluta y, en caso de que no existiera tal mayoría absoluta, se designa regidor a la lista más votada en las urnas. El proceso municipal no tiene nada que ver con la investidura de un presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados o un jefe del Ejecutivo autonómico en la Asamblea Regional.
En las elecciones municipales de Lorca, el PP obtuvo 11 ediles frente a los 9 del PSOE. Vox consiguió 4 e IU Podemos se quedó con un único representante. La mayoría absoluta se sitúa en 13 concejales. A la vista de estos datos, la única posibilidad de que Gil no se haga con el bastón de mando sería una alianza entre PSOE y Vox, cuya suma de 13 ediles sí alcanza la absoluta.
Otro asunto bien diferente es la gobernabilidad. Ahí sí es decisivo Vox si el PP quiere sacar adelante sus principales medidas en el Pleno, como serían los Presupuestos. Necesitará reunir más votos favorables que en contra; es decir, que el rechazo de los otros tres grupos no tumbe sus iniciativas. Por tanto, PP y Vox podrían negociar una coalición que facilitara la gobernabilidad. Aunque los populares ya han dejado claro que son partidarios de gobernar en solitario y en minoría con acuerdos puntuales antes que en coalición.