CARTAGENA. Si uno echa la vista atrás, nadie niega que Cartagena ha recuperado gran parte del bullicio que tuvo históricamente en sus calles, especialmente cuando el servicio militar obligatorio, la mili, llenaba cada año de jóvenes que, sin una vida universitaria asentada, llenaban las calles y bares de la ciudad. El casco histórico de la ciudad vive una segunda juventud y una de las pruebas más evidentes es que la plaza San Francisco, denostada durante años y olvidada por la ciudadanía, ha vuelto a ser el epicentro social de la ciudad. La proliferación de bares, tanto dentro de ella como en sus alrededores, hace que sea habitual la frase ‘quedamos en la plaza San Francisco’. Ni siquiera la pandemia ha logrado cambiar ese hábito instalado durante los últimos años en la ciudadanía de Cartagena.
Sucede sin embargo que, como le ocurre a otras zonas de la ciudad, la proliferación de solares y edificios en ruinas también están presentes en la plaza San Francisco. Algo que las autoridades son conscientes de que es un problema, a nivel de imagen, que deben solucionar. Que una de las zonas más céntricas de la ciudad, cercana además al puerto, se encuentre en un estado mejorable, es algo que no se puede permitir una urbe que quiere hacer del turismo uno de sus pilares fuertes para salir airosa de la crisis económica que arrastra la pandemia.
Desde el Ayuntamiento aseguran que están en trámites para poner remedio a aquellos edificios que están pendientes de remodelación. En concreto, en el número 5 el Ejecutivo que preside Noelia Arroyo ha tenido que actuar de oficio con un expediente de ejecución subsidiaria por el mal estado del inmueble. Otros, como el número 22, está pendiente de un informe de los servicios municipales para iniciar la construcción de 12 apartamentos turísticos y un local.
“Los jóvenes necesitan viviendas y nuestro Casco Antiguo necesita la atención prioritaria de promotores y constructores. Cartagena no puede permitirse mantener en el centro histórico solares cuando falta vivienda y necesitamos inyectar más vida al casco. Estamos diseñando nuevos incentivos para que esos solares se transformen en hogares, pero también estamos dispuestos a tomar medidas con quienes se resistan a sacar esas parcelas al mercado de la vivienda, y se conviertan en obstáculo para la recuperación del Casco Histórico”, sostiene la alcaldesa, que asegura que “hay que convertir ese problema en una oportunidad”. Un aviso a navegantes para aquellos constructores que se muestren más reacios a iniciar sus proyectos en alguno de los solares del municipio. Junto a Correos, hay proyectado el llamado Edificio San Francisco que, aseguran desde la propia constructora, el encargado de comenzar el proyecto aún no ha querido poner a funcionar la maquinaria para arreglar el inmueble. A la espera de que vuelva a tener el esplendor que tuvo, al menos, la plaza San Francisco ha recuperado sus focos.
Además de los inmuebles citados de la plaza San Francisco, este problema no sucede solo en la mítica plaza. El Ayuntamiento, en concreto, dispone en el centro histórico de Cartagena de 29 solares, de los que 8 son de propiedad municipal y 21 de la Sociedad Casco Antiguo. Esto supone un 13% del total de solares urbanizables en el casco de la ciudad, que son 217, según el censo actualizado en el mes de junio por la concejalía de Urbanismo, que dirige la vicealcaldesa Ana Belén Castejón. "Una vez que se han localizado los solares de propiedad municipal, desde la Urbanismo estamos ultimando las fichas técnicas de cada uno de ellos para determinar sus dimensiones, su edificabilidad y, por tanto, su valor. Con esa información podremos determinar qué hacemos con cada uno de estos espacios”, destaca la vicealcaldesa.
Según han manifestado en las últimas semanas, el objetivo del equipo de Gobierno es ofrecer una solución a estos espacios para que dejen de estar abandonados, bien vendiéndolos para su inmediata construcción, permutándolos o haciendo desde la propia administración local viviendas de Protección Oficial para jóvenes.