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crónica política

Pepe Vélez ante el desafío de su vida en 2023

Foto: PSRM-PSOE
31/12/2022 - 

MURCIA. Ya está aquí el 2023, el año electoral que tanto lleva suspirando el socialismo para cambiar la política regional. Las dos últimas oportunidades en las que el PSRM-PSOE acarició el Palacio de San Esteban acabaron en decepción y fiasco. Decepción en 2019, porque el PSOE logró lo más difícil, arrebatarle al PP la victoria en las urnas, intocable desde 1995, pero el sueño se esfumó en los pactos postelectorales. Ciudadanos deshojó la margarita y eligió el azul popular. Y fiasco en 2021, porque la moción de censura que reunía las 23 firmas para desalojar a López Miras se rompió en añicos, destrozada por el transfuguismo de su socio fallido, Ciudadanos. Aquellos dos golpes fueron un mazazo para el socialismo regional, que suma 28 años anhelando el Gobierno regional.

Pero aquellas dos derrotas ya están cicatrizadas y el PSOE vuelve a afrontar una nueva ocasión para dirimirse. La política se vive día a día, en un verbo que se conjuga en presente. Y un hombre concentra todas las esperanzas para el PSRM. Es Pepe Vélez, que se la juega todo en 2023. Si lo consigue tendrá la gloria, pero si fracasa será un varapalo muy duro, pues supondría sumar otros cuatro años más en la oposición. Y Princesa no tolera fracasos. El PSOE, como el PP, es un partido hecho para gobernar. El líder regional no esconde cuál es el objetivo: "Vamos a darle la vuelta a la Región de Murcia, tal y como estamos haciendo en los ayuntamientos en los que gobernamos", dijo, optimista, durante el repaso al año que ya acaba.

2022 ha sido un año de consolidación para Vélez, que llegó a la Secretaría General en noviembre de 2021 tras imponerse en primarias. También ha sido un año para jugar otras cartas. Si durante los primeros meses en la Delegación del Gobierno se desenvolvió en un perfil bajo, desde mediados de año ha mostrado una cara más vehemente, más aguerrida, más directa. Vélez no hace oposición en la Asamblea Regional y tiene que lidiar con el corsé de ser el delegado del Gobierno, un cargo en apariencia diplomático y comedido. Hubo delegados más técnicos (por ejemplo, su antecesor, Francisco Jiménez) y otros más políticos (por ejemplo, su adversario, Francisco Bernabé). En el caso de Vélez, ha pasado de la formalidad a saber que todo momento cuenta en política: "El Gobierno de López Miras está agotado, es incapaz de aportar soluciones y solo está centrado en la confrontación y crispación", dijo este viernes.

El Trasvase y la imputación, sus dolores de cabeza

Ha soportado varios sapos en este año. El Trasvase Tajo-Segura ha sido todo un quebradero de cabeza, habida cuenta de que el Ministerio para la Transición Ecológica tiene que decidir entre dos territorios con reclamaciones opuestas, como son La Mancha y la Región. Tradicionalmente el PSRM nunca ha sido un partido contestario contra Madrid. Ni tampoco dado a confrontar con compañeros de siglas. No obstante, ante la gravedad de la situación, el propio Vélez agrió el tono contra el barón socialista de Castilla-La Mancha: " No vamos a permitir que nos falte al respeto", afirmó sobre García-Page, de quien dijo que no "es razonable" que el dirigente manchego "quiera rematar a todo el mundo que no piensa como él". 

Tampoco ayuda el hecho de que haya sido investigado por un presunto delito de prevaricación administrativa y malversación en su época de alcalde de Calasparra. Sus rivales se lo recuerdan: "El imputado Vélez", le llama desde la tribuna Francisco Álvarez, el socio de López Miras. La citación ante el juez está fijada para el 17 de febrero. Es decir, a las puertas de la campaña electoral, que empezará oficialmente en mayo. Difícil papeleta, aunque él asegura que no le quita el sueño, pues ha llegado a acumular más de 80 denuncias procedentes de la oposición, todas ellas desestimadas y rechazadas. Y espera que así suceda con la última. Pero esa última palabra la tendrá el juez.

El AVE y las uvas en Madrid

Otras coyunturas han resultado más favorables. Por ejemplo, el alegrón del AVE, que ha llegado a Murcia bajo un Gobierno central del PSOE y además soterrado. Ese es un arma electoral que Vélez puede utilizar, y de hecho utiliza: "Ha llegado como lo pedía la ciudadanía: bajo tierra". Y, además, tiró de ironía en este viernes: "Ya nos podemos ir a comer las uvas a Madrid en AVE", un dardo para Bernabé, que hizo esa profecía en 2015. Horas después de recordar la incumplida promesa del PP, el líder regional publicó en redes sociales un vídeo mostrando su particular viaje a la capital de España, con parada incluida en el Puerta del Sol, donde se ve al calasparreño tomar las uvas.

El nombre de Sánchez es utilizado por sus adversarios para atacar. No así para Vélez, sanchista convencido desde que le dio su apoyo durante la época de destierro del presidente. Defiende a capa y espada las medidas del Ejecutivo: "Los hechos del Gobierno central desmontan por completo la única estrategia política de López Miras, que consiste en seguir alimentando un discurso infantil y victimista". 

En 2023 tendrá que dejar la Delegación para centrarse oficialmente en la campaña electoral. Vélez es la última bala del PSOE y el gran desafío de su vida para un hombre que presume de no haber perdido nunca unas elecciones. Calasparra, donde fue alcalde entre 2014 y 2020, es un bastión inexpugnable para el PSOE en más de cuarenta años de democracia. Pero la Comunidad es otra historia: el PP gobierna desde 1995. Y ninguna encuesta ha dado una sola posibilidad al PSOE en esta legislatura. Al contrario: todos los sondeos auguran una fuerte mayoría entre PP y Vox. O sea, la peor pesadilla para los socialistas. Con estos dos obstáculos, Vélez se lanza al vacío.

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