MURCIA. A nosotros nos lo van a contar que apodamos a una calle el 'Tontódromo' en alusión al tonteo que ha habido siempre en Alfonso X El Sabio. Tonteo… y pijerío castizo y yo la más entusiasta espectadora.
Pues sí, señores, tengo el privilegio de trabajar en el Nuñez de Balboa murciano y de ver desfilar a todos los Cayetanos de la ciudad como una niña la noche de Reyes… Y cómo me gusta ver pasar a esos señoritos que atesoran todos los participios que los demás anhelamos: más que planchados ¡almidonados!, repeinados, engominados, abrillantados y adinerados. Se te ponen los ojos que ni las chiribitas de Marujita Díaz darían a basto, que los ves pasar y piensas:
- ¡Arsa pilili! ¡Ole, ole y ole!
Vienen por el centro de la avenida, parecen un Boeing 787 que va a tomar pista, porque otra cosa no, pero un Cayetano siempre va por el centro ¿Por qué? Porque yo lo valgo, como dice L´oréal. Sin complejos, pero luego llegaremos a esto. Inconfundibles: ese moreno sempiterno, esa sonrisa Profiden, esa educación de internado suizo, esa delicadeza en las formas. Qué pegas puede ponerle nadie a la buena apariencia y exquisita educación. Seguramente es mejor ser un orangután en las maneras, las greñas y el olor.
"¿Qué tiene de malo tener dinero? Le atribuimos características propias del ser humano"
Lo siento por los 'Meñiques' o como se apelliden, pero han quedado retratados como lo que son, resentidos de inquina y envidia. Yo no soy sospechosa de nada, ya les dije que tengo alma de Esteban, pero cuando hablamos de dinero y poder ¡ay, amigo, con el Iglesias hemos topado! El dinero es sucio y corrompe ¿verdad? ¡Claro!, sobre todo cuando está en el bolsillo de otro. Ahí nunca es bueno, ya se lo digo yo. Pero ¿qué complejo tenemos en esta sociedad con respecto al dinero? ¿Qué tiene de malo tenerlo? Le atribuimos características propias del ser humano. No veo nada mezquino ni corrupto en Bill Gates o Amancio Ortega y cómo utilizan su dinero. Asómense a cualquier ayuntamiento de pueblo donde algún pelagatos ha puesto el cazo en las adjudicaciones de las obras públicas y ¡es de familia humilde! Entonces el corrupto ¿es el dinero o la persona? Por eso les decía que el Cayetano actúa sin complejos porque entiende que el dinero es un medio y no un fin.
Por supuesto, lo que mola es estar mirando la cuenta desde el día cinco y rezando que no te pete el coche que ya te has pasado cinco mil kilómetros desde la última revisión. Lo que mola es que te llamen los colegas un sábado para tomar unas cañas y tú tengas que decir que no porque tu salario de mileurista abnegado por la causa sólo te da ya para vino de cartón. Lo que mola es que se pongan de moda los vaqueros rotos porque tú no tienes para cambiar los sietes de los tuyos.
¡Ay, Caye, Caye..! ¡Cuanta hipocresía! Pero yo no… Ven y llévame contigo. Yo quiero ser una de esas desgraciadas y vilipendiadas que viven en la milla de oro de Murcia, quiero salir de Gore con un camión de bolsas, quiero que me metas en una jaula del Odiseo un jueves y no me liberes hasta el domingo para nadar sola en la piscina voladiza, quiero una liposucción que Thor se deje a la Pataki, quiero comprarme la bisutería en Olivares y un avión privado para acercarme un lunes a Serrano… Y mientras tanto que me llamen como quieran… al fin y cabo el defecto está en el ojo del que mira.
Gracias por su lectura.