Mercamurcia se adapta a las nuevas circunstancias con pedidos telemáticos para abastecer a las plazas de abastos, tiendas de alimentación y supermercados de la Región
MURCIA. Con una media diaria de 1.750 personas, las instalaciones de Mercamurcia no han parado ni un día desde que el pasado 14 de marzo se decretó el estado de alarma para frenar al coronavirus. Las más de150 empresas que operan en el centro y que abastecen a detallistas de plazas de abastos, tiendas de alimentación y supermercados de toda la Región y su área de influencia han sido claves para que el abastecimiento de productos frescos no corriese riesgo.
Su funcionamiento se ha adaptado a los nuevos tiempos con pedidos por Internet o Whatsapp para garantizar la eficiencia del suministro de frutas y hortalizas, pescados, flores o plantas a la población de un amplia área de influencia con cerca de 2.000.000 habitantes: desde la Región de Murcia, alcanzando también parte de las provincias limítrofes de Albacete, Almería, Granada y Alicante.
"Mercamurcia está considerado como el centro de distribución logística alimentaria más importante del sureste español", destacaba recientemente el alcalde de Murcia, José Ballesta, tras una junta general ordinaria de accionistas. Y es que la gran plataforma de distribución alimentaria situada entre El Palmar y Sangonera creó el año pasado más de 15 nuevos puestos de trabajo y desarrolló una línea de negocio de productos ecológicos.
Ubicado en un recinto de 300.000 metros cuadrados de superficie, cuenta con matadero de especies de abasto (porcino, bovino y ovino) y una zona de actividades complementarias donde se ubican empresas que dan servicio al comercio tradicional, supermercados, plaza de abastos, venta ambulante y sector Horeca. El comercio de frutas y hortalizas se disparó un 25,60% con respecto al ejercicio anterior", explicaban fuentes muncipales.
Desde el ayuntamiento de Murcia han querido reconocer esta semana la labor que están llevando a cabo los más de 750 trabajadores directos y los cerca de 1.000 transportistas y clientes (propietarios y empleados de las tiendas de alimentación, plazas de abastos, etc.) que acuden cada día a sus instalaciones, para descargar y suministrar productos frescos. Para homenajearlos, este se les dio un "aplauso colectivo".