MURCIA (EP). Uno de los principales problemas de los pies en verano es sufrir molestias, dolor, detectar la presencia de los llamados "cuerpos extraños" en la piel de los miembros inferiores, advierte el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV).
Se puede definir como cuerpo extraño a "cualquier elemento que entra en nuestro cuerpo por alguna de las vías naturales, ya sea la piel o cualquier orificio, y que impide el correcto funcionamiento del órgano, lo que puede llegar a generar distintos daños", explica el podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV, Jorge Escoto.
Suele tratarse de objetos punzantes que se quedan clavados en la piel, generalmente en las plantas del pie. Los más habituales que se encuentran los podólogos en sus consultas son pequeñas astillas, espinas o pinchas de cactus, cristales y pelos de animal
"Evidentemente, el verano es la época en la que más se dan estos casos porque pasamos más tiempo descalzos y cuando utilizamos calzado éste no protege completamente el pie, como sucede con el calzado de invierno", ha especificado Jorge Escoto.
Desde el ICOPCV señalan que el síntoma más destacable en sentir que tenemos un dolor punzante al tacto. Los podólogos indican que se nota que hay algo al presionar la zona, aunque no pueda verse. Dependiendo del tamaño y la naturaleza del cuerpo extraño puede haber enrojecimiento local, infección o, incluso, sangrado. En consulta, muchas veces se necesita apoyar la exploración con una ecografía de la zona o una radiografía convencional.
"En caso de padecer estos síntomas --apunta Escoto-- es imprescindible acudir al podólogo porque dispone de la iluminación, los conocimientos y los instrumentales necesarios para la extracción del mismo, sea de la naturaleza que sea".
"El podólogo es el profesional especializado para que se realice correctamente la extracción del cuerpo extraño, sin dañar el resto de tejidos colindantes. Muchas personas creen que es algo que a nivel doméstico se puede hacer sin problema y observamos problemas muy agravados precisamente por esto. Y el caso puede llegar a extremos muy complejos como es el caso de personas con diabetes que, además, presentan muchas dificultades para cicatrizar y pueden generar úlceras", subraya el representante de la organización colegial.
Cuando se extraen este tipo de elementos punzantes, es posible que el podólogo paute, si se precisa, algún tratamiento farmacológico (como en los casos en los que hay infección) y que sea necesario realizar un control de la lesión.
Los errores más comunes ante un posible 'cuerpo extraño' son presionar la zona, intentar extraer el cuerpo extraño con las uñas de las manos y no acudir a un profesional sanitario para que lo quite.
Asimismo, al atrapar el cuerpo extraño con unas pinzas no se debe apretar demasiado, cuando lo hace alguien sin experiencia es fácil que lo haga y entonces se parta, lo que hará más difícil su extracción posterior por parte de un profesional sanitario.
"Los pacientes con diabetes deben de prestar especial cuidado y atención con este tipo de lesiones puesto que en muchas ocasiones se pueden pinchar con algún cuerpo extraño y no tener la sensibilidad en el pie para detectarlo e identificar el dolor que puede provocar. La recomendación es que vayan calzados la mayoría del tiempo y que sólo vayan descalzos en momentos puntuales y en lugares seguros para sus pies", declara Escoto.
Además, deben de explorarse o que les exploren la planta de los pies a diario y ,ante la sospecha de poder tener algo clavado o haber sufrido de alguna laceración en la planta del pie, acudir al podólogo de confianza a que les realice una correcta exploración, extracción, cura y control", añade.
Desde el ICOPCV se recuerda, que para garantizar que estamos en manos de un profesional de la Podología y evitar ser víctimas del intrusismo, es decir, ser tratados por supuestos profesionales que carecen de la formación universitaria que se exige para esta rama sanitaria, hay que asegurarse que la clínica donde vamos a ser tratados dispone de número de registro sanitario y el podólogo está colegiado.