MURCIA. En el Japón ancestral se utilizaba una técnica llamada kintsugi para reparar las vajillas que se rompían. Consistía en pegar cada uno de los pedazos con oro, consiguiendo no solo reparar la pieza rota, sino además crear una obra de arte que superaba a la original. Siguiendo esta filosofía y desde la Región de Murcia, el estudio multidisciplinar de arquitectura e interiorismo Muher (Francisca Muñoz y Manuel Herrera) y la arquitecta María Herrera han diseñado un prototipo de habitación de hotel para Casa Decor, la gran cita del interiorismo y el diseño que todos los años tiene lugar en un edificio emblemático del centro de Madrid (en este caso data de 1926 y se encuentra en el número 89 de la calle Goya); allí algunos de los mejores profesionales de Europa muestran sus propuestas. La de los creadores murcianos ya ha llamado la atención de los medios especializados el primer día de apertura.
Y es que lo que prometen con la Muher Room 602 no es otra cosa que "ser el oro japonés con el que conseguir unir cada pedacito" de aquel que tenga la suerte de descansar y recomponerse en una habitación de hotel como esta; en "un lugar de ensueño", nunca mejor dicho.
Los Muher -cuyo estudio tiene sede en Totana, aunque trabajan en diferentes partes del mundo- han concebido su habitación de hotel para que se convierta "en una experiencia única que debe ser inolvidable para el cliente. Lo que debe aportar el diseñador es creatividad y buen gusto, pero sobre todo originalidad y confort", afirman. Para ello, han aportado a la línea contract una nueva visión de confort a través de experiencia kintsugi del usuario, proponiendo una estancia reparadora física y mental. El resultado es una fusión de arte, arquitectura y creatividad, como ya hicieron el año pasado con el exitoso restaurante biocontrastes que también diseñaron para Casa Decor.
"El descanso nocturno es ese momento del día en el que por fin paramos. Detenemos nuestro frenético ritmo y es cuando admiramos nuestro alrededor. Nos recomponemos de la rutina y desconectamos del mundo. Recomponer. Esa maravillosa y tan necesaria acción", señalan los arquitectos e interioristas. Añaden que "recomponer significa reparar o componer de nuevo algo. Cada quien busca su propia forma o fórmula de arreglar aquello que deja de funcionar". En su caso, se han decantado por el kintsug, que hace referencia "a cada una de las cicatrices que la vida va dejándonos; cicatrices que debemos realzar y proteger".
Así, su suite Muher Room "será el método kintsugi personal del huésped. Una vez se adentre en ella, conseguirá que su día quede recompuesto al completo. Conseguirá adentrarse en un descanso sin límites, reparando y activando cada uno de sus sentidos. Conseguiremos que cada una de las cicatrices del día queden sanadas y con un toque especial".
Recuerdan estos multicisplinares artistas que Japón es el pionero en impulsar el descanso y que otra de las técnicas utilizadas en este país para aumentar el descanso personal es la llamada shinrin-yoku, que consiste en dejar que la naturaleza entre por los cinco sentidos. "La conexión entre la naturaleza y el arte son los dos conceptos que más nos definen en Muher. Por eso mismo, hemos incluido un mural de unos almendros en flor y arce japonés de la ducha de nuestra Muher Room. De esta forma, conseguiremos que los cinco sentidos se activen mientras la mente descansa", añaden sobre esta suite de ensueño.