Rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, en la que participaron la consejera de Empresa y portavoz, Valle Miguélez, y el titular de Economía y Hacienda, Luis Alberto Marín. Foto: MARCIAL GUILLÉN (EFE)MURCIA. El Gobierno regional no esconde la gravedad de la situación económica. La coyuntura, que ya quedó tocada con la irrupción de la pandemia, obligando a modificar todos los escenarios previstos, se ha visto agravada en los últimos meses con nuevos factores que han desencadenado "una tormenta perfecta". Así lo reconocía el consejero de Economía y Hacienda, Luis Alberto Marín, quien admitía que las nuevas circunstancias como la crisis de la materias primas, el "desbordante" coste de las energías y las secuelas de la guerra de Rusia en Ucrania han tenido como consecuencia "la paralización y un frenazo en seco de la reactivación social y económica".
"En sólo unos meses hemos visto cómo se multiplicaba el coste de la luz hasta límites inimaginables y también cómo costaba el doble llenar un deposito de gasolina", detallaba el titular de Economía en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, en el que precisamente el Ejecutivo regional daba luz verde a un decreto de medidas urgentes para paliar los efectos negativos de la crisis. "En una situación así, con unos precios disparados, con una inflación cercana a los dos dígitos" (el 9,8%, la cifra más alta en 37 años), las familias, los autónomos y las pymes necesitan liquidez".
Ante este difícil panorama, el Gobierno regional volvió a insistir en su ideario (o programa) para salir del pozo: la bajada de impuestos. "El camino más rápido, más eficaz y más directo para superar esta inflación desorbitada es la moderación fiscal", subrayó Marín. En cambio, "quienes tienen la potestad de tomar las decisiones [de las medidas fiscales estatales] únicamente prefieren la vía de los subsidios y las subvenciones", dijo, criticando el Plan de Respuesta ante la guerra del Gobierno central. "Las comunidades tenemos poco margen en materia fiscal", enfatizó. "Y menos tendremos si sale adelante la mal llamada armonización fiscal de Pedro Sánchez".
Por esa razón, esgrimió, en la parte que compete al Ejecutivo regional, abogan por reducir tributos. Así, entre las acciones acordadas este martes, la Comunidad ha puesto en marcha una bonificación del 99% en el impuesto de Transmisiones Patrimoniales, así como en el tributo de Sucesiones y Donaciones para la agricultura.
El Ejecutivo regional, de hecho, también lanzó una batería de propuestas al Gobierno nacional y a Europa, para que las implanten y ayuden a reactivar la economía. "Solicitamos que el Estado actúe sobre el sector energético y que dé oxígeno a las familias y a las empresas", pidió la portavoz y consejera de Empresa, Valle Miguélez. "Nuestras acciones están diseñadas e impulsadas para servir a la Región de Murcia, pero, por muchos esfuerzos que hagamos, siempre serán insuficientes si no se toman otras a nivel nacional y europeo", reclamó.
Entre estas ideas figuran "la modificación del sistema de fijación de los precios de la electricidad; el impulso de inversiones para transformar España en un hub eléctrico aprovechando la posición de partida; la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social de empresas y autónomos especialmente afectados por la inflación; la eliminación de peajes o la agilidad tráfico marítimo".
Todavía no hay datos concretos sobre cómo afecta, de forma profunda, esta situación a la economía regional, pero las declaraciones de Marín reconociendo la gravedad del panorama -"es extremadamente complicado"- se suma a las advertencias que lanzaron recientemente los empresarios de la Región. "Ante situaciones excepcionales se requieren medidas excepcionales", pedía no hace mucho el presidente de la patronal empresaria, José María Albarracín. El Banco de España, de hecho, recortó el crecimiento del PIB español en 2022 al 4,5 y no termina de descartar una posible recesión. Con todo, hay motivos para el optimismo en la Región: el empleo alcanzó en el primer trimestre máximos históricos y se esperan grandes inversiones. Eso sí: es una mirada a largo plaza, no a corto, pues a día de hoy lo que aflora son las duras facturas de la luz y del coste de la gasolina.
