CARTAGENA. Hace once años, Cartagena protagonizaba una importante transformación en su casco histórico con la peatonalización de algunas calles importantes, entre ellas Puertas de Murcia, Carmen, Sagasta y Santa Florentina. De esta manera, el centro de la ciudad se abría de par en par a los habitantes y a los visitantes como nunca antes había sucedido.
Ahora todo está preparado para la segunda fase de esta transformación. ¿Todo?, bueno, no todo. El Plan Integral de de Rehabilitación del Casco Antiguo desde Sor Francisca Armendáriz hasta la Serreta y Gisbert, y desde la Subida de San Diego hasta la Morería Baja y San Fernando, incluyendo la plaza de la Merced y el Monte Sacro, supondrían iniciar esta segunda fase de peatonalización.
De momento, se ha puesto en marcha la finalización del anillo peatonal que bordea el Parque Arqueológico del Molinete desde la Morería Baja a la calle Adarve y la creación de un nuevo eje que comunicará la Morería Baja con la calle San Fernando.
La alcaldesa puso sobre la mesa a los comerciantes hace un tiempo eliminar de coches calles como, Jara, San Francisco, San Antonio el Pobre, Cañón, Plaza San Ginés, Palas, Duque o Aire, algo que ni comerciantes, ni hosteleros ni vecinos ven viable en este momento.
"Este plan podría -el de Rehabilitación del Casco Antiguo- incluir la peatonalización, pero siempre y cuando esté consensuada con vecinos y comerciantes", decía Castejón el pasado mes de diciembre en un desayuno de trabajo con los medios de comunicación.
"Nosotros pensamos que no es el momento", dice Antonio Sánchez, presidente del Centro Comercial Abierto de Cartagena. "Si no hemos sido capaces de resolver los actuales problemas de accesibilidad que genera la peatonalización en las calles del centro de la ciudad, ¿cómo vamos a acometer una nueva en más calles?, se pregunta el representante de este sector.
"Ya tenemos problemas, con ruido excesivo, suciedad, dificultades de movilidad, porque tenemos que sortear las terrazas, y dificultades de acceso con vehículos a las viviendas y garajes. Si aumenta más la extensión, mayores proporciones tendrá el problema. Nos convertiremos en Parque Temático y no tendremos establecimientos de proximidad para abastecernos", argumentan desde la Asociación Sin Ruido Cartagena (SIR).
Los hosteleros reclaman más atención sobre las calles que sí están peatonalizadas y que en estos momentos carecen del impulso necesario para convertirse en turísticas como la calle San Fernando o Sagasta, entre otras. El presidente de Hostecar, Juan José López, cree que primero "hay que potenciar y llenar estas calles" para poder plantearse más tarde qué otras calles pueden ser peatonalizadas.
"Tenemos un grave problema de transporte público en esta zona", añade Antonio Sánchez, del Centro Comercial Abierto. "¿Cómo va a venir un vecino de Los Dolores, por ejemplo, a comprar al centro si no tiene dónde aparcar o un medio público que lo deje en la zona?, se pregunta el representante de los comerciantes. "Además, dependiendo del policía de turno, a los taxistas tampoco les dejan acceder aunque sea para recoger a personas con movilidad reducida". "Los políticos no han hecho nada para resolver nuestros problemas como para plantearnos otros añadidos ahora", subraya Sánchez.
"Sin haber resuelto los problemas que hay, si aumenta la peatonalización aumenta la problemática y convierten una zona Residencia en un Parque Temático, saltándose la Ley del Ruido, y dando lugar a que todo el Casco Histórico se convierta automáticamente en una zona acústicamente saturada. Nosotros proponemos que cumplan de modo estricto las leyes y ordenanzas vigentes y que no se busquen subterfugios para saltárselas. Ya que todos tenemos que cumplirlas, porque todos somos iguales ante ella", apostillan desde SIR Cartagena.