MURCIA. Por las venas de la escritora alicantina Mado Martínez (1979) corre la sangre de 'El Peliciego', el último bandolero de raza que recorrió las sierras de Jumilla, allá por mediados del siglo XIX. Ya desde bien pequeña la cabeza de Mado estuvo llena de historias, como las que le contaban sobre este antepasado peléon que "bien se merecería protagonizar una novela", según apunta esta "escritora, guionista y soñadora, filóloga, antropóloga y animal de radio", que es como ella misma se define. No es de extrañar, por lo tanto, que lo suyo sea contar historias: a veces en forma de libros, otras de película, con forma de series o hasta en el lenguaje de los videojuegos. En esta ocasión, presenta La playa de los Narcisos (Algaida Editores), que se podría calificar de 'novela negra mediterránea' y que aborda el trastorno de la personalidad narcisista de aquellos a los que a veces encumbramos como héroes
Nos comenta Mado Martínez que se trata de una novela ambientada en "nuestro luminoso Mediterráneo" -de ahí que se quiera diferenciar de la novela negra nórdica-, con ubicaciones concretas del Levante (Orihuela, Elche Alicante o El Pinet...). Con ella, la escritora -que ganó el Premio Ateneo Joven de Sevilla con La Santa- da el salto del género fantástico al noir, con una trama en la que hay mucho misterio, pero también mucha psicología; tanto que al final es casi más importante cómo se va revelando la verdadera personalidad de la inspectora Muñoz que el caso que tiene entre manos y que consiste en descubrir la identidad de una mujer que ha aparecido muerta en la playa.
"He estado cinco años trabajando en esta novela", señala su autora, a quien siempre le ha interesado el tema de la identidad y las máscaras; de cómo podemos ser personas diferentes dependiendo de para quién (nuestra madre, nuestro jefe, nuestra pareja...). También dice haberse sentido fascinada por el trastorno de personalidad narcisista, ya que se trata de "personas camaleónicas, capaces de adoptar cualquier forma y discurso con tal de salirse con la suya. Estamos en una época en la que el narcisismo triunfa en las urnas, el trabajo, los gurús espirituales, los corazones... No son más que estafadores emocionales y nosotros somos sus víctimas". Añade Mado Martínez, que se tratade personas que se creen superiores a los demás y "necesitan nuestra admiración". Asimismo, demuestran una falta de empatía narcisista y son maestros de la manipulación.
Tal fue la obsesión de la escritora con el tema que no podía evitar identificar a muchas personas que se cruzaba con el perfil del narcisista. Cosa que, según señala, "no cuesta demasiado si te pones a analizar el panorama político".
La escritora alicantina con sagre bandolera jumillana también explica que La playa de los Narcisos es una novela de personajes y entre ellos destaca la inspectora Muñoz, tan buena en su trabajo como manipulando a los que le rodean. El lector irá descubriendo a lo largo de la novela cómo es su verdadera personalidad. A priori es un personaje que no debería despertar demasiadas simpatías, aunque Mado Martínez asegura que "yo me enamoro de todos mis personajes". "Es una persona abyecta, pero no puedes dejar de mirarla", añade.
Otra de las protagonistas es Lena, una mujer con antecedentes paranoides, que se topa con el cuerpo sin vida de una mujer en la playa, una figura que hasta ahora creía que era producto de sus alucinaciones. A pesar de su descubrimiento, decide mantenerlo en secreto por miedo a ser recluida nuevamente en una institución psiquiátrica.
"Creo que la sociedad actual refleja el mito de Narciso de muchas maneras. Vivimos en una sociedad obsesionada con la imagen, con la belleza y el éxito. Esta obsesión puede conducir a la autodestrucción, al igual que le ocurrió a Narciso", manifiesta la autora, quien además ha querido transmitir un mensaje de empoderamiento a las víctimas de personas narcisistas. "Uno puede denunciar que le han estafado mil euros, pero no puede denunciar una estafa emocional. A menudo cuando eres víctima del engaño y la manipulación, te señalan como responsable y sientes vergüenza y culpa. Lo cierto es que nadie está a salvo, porque todavía no se ha inventado el chaleco antimentiras, no existe un escudo protector contra la manipulación", razona.
"Una novela muy negra en pleno Mediterráneo; un descenso a lo más retorcido de la psique humana", ha dicho la escritora Elia Barceló sobre esta novela que a Mardo Martínez le gustaría presentar en Cartagena Negra y, cómo no, en Jumilla, de donde son sus padres, a los que aún llaman los 'Peliciegos', en recuerdo de aquel antepasado bandolero que se las veía con los carabineros y cuya historia, quién sabe, quizá sea también algún día una novela.