MURCIA (EFE). Silicon Valley Bank Financial Group, la matriz del malogrado banco Silicon Valley Bank (SVB), se declaró este viernes en bancarrota en un tribunal de Nueva York para intentar una restructuración de capital, bajo supervisión judicial, de los negocios que han sido intervenidos por las autoridades.
El pasado jueves las autoridades estadounidenses intervinieron el SVB, pero no su matriz, aunque la cotización de sus acciones lleva paralizada desde el 9 de marzo.
"Los fondos de SVB Securities y SVB Capital y las entidades de socios generales no están incluidos en la presentación del Capítulo 11 y continúan operando en el curso normal", anotó SVB en un comunicado.
Según indica el banco, Silicon Valley Bank Financial Group tiene aproximadamente 2.200 millones de dólares de liquidez.
Su deuda consolidada es de aproximadamente 3.300 millones de dólares en monto principal agregado de notas no garantizadas, agrega.
En el comunicado también se resalta que SVB Financial Group tiene 3.700 millones de dólares de capital preferente en circulación.
"El proceso del Capítulo 11 (Ley de Quiebras de Estados Unidos) permitirá a SVB Financial Group preservar el valor mientras evalúa alternativas estratégicas para sus preciados negocios y activos, especialmente SVB Capital y SVB Securities", precisa en el comunicado William Kosturos, director de reestructuración de SVB Financial Group.
La medida de cierre del Gobierno y los reguladores se produjo después de que SVB, especializado en empresas tecnológicas emergentes, sufriera una huida masiva de depósitos después de verse obligada a vender activos para cubrir necesidades de liquidez.
El Gobierno ha garantizado todos los depósitos de esta institución y la ha reabierto bajo una nueva dirección y con el nombre de Silicon Valley Bridge Bank para que pueda recuperar sus actividades.
La intervención de SVB desató un terremoto financiero cuyas sacudidas llegaron a Europa, donde pusieron en aprietos al banco suizo Crédit Suisse.
Tras la debacle de SVB, las autoridades intervinieron el también banco regional Signature y, ayer, las principales corporaciones bancarias del país acudieron al rescate de First Republic Bank, que se encuentra entre los 15 mayores bancos del país y es uno de los que más está sufriendo las consecuencias de esta crisis, con una inyección de 30.000 millones de dólares.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este viernes al Congreso endurecer las sanciones y los controles contra los ejecutivos bancarios, dejando claro tras los recientes colapsos del Silicon Valley Bank (SVB), el Signature Bank y el First Republic Bank que "nadie está por encima de la ley".
"Cuando los bancos quiebran debido a la mala gestión y a la asunción excesiva de riesgos, debería ser más fácil para los reguladores recuperar la indemnización de los ejecutivos, imponer sanciones civiles y prohibir que vuelvan a trabajar en la industria bancaria", indicó.
El Congreso, según añadió en su comunicado, "debe actuar para imponer penas más duras a los altos ejecutivos bancarios cuya mala gestión contribuyó a la quiebra de sus instituciones".