CARTAGENA. La Comunidad Autónoma ha dado carpetazo de forma definitiva a la propuesta del empresario Aurelio Solana de montar un restaurante frente a la playa El Salero en Cabo de Palos y que levantó un gran revuelo entre los vecinos, veraneantes, políticos y asociaciones en defensa del medio natural.
Deniega la instalación de un nuevo restaurante dentro del dominio público portuario de Cabo de Palos, propuesta por una iniciativa privada que fue sometida a información pública. Así lo ha resuelto tras analizar la solicitud y la documentación presentada por ciudadanos y entidades de la zona, después de publicar el anuncio de solicitud en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM) y en los dos periódicos de mayor difusión regional.
El consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Díez de Revenga, explicó que "se ha realizado un análisis minucioso de la solicitud y la documentación presentada en el trámite de información pública, y se ha llegado a la conclusión de que no es positivo efectuar una actuación de este tipo en esa ubicación".
José Ramón Díez de Revenga recordó que cualquier actuación que se lleve a cabo en Cabo de Palos "debe ser especialmente cuidadosa con el entorno, y proporcionar un alto valor añadido con una completa integración social y paisajística, dada la relevancia que tiene esta localidad en la oferta turística de la Región de Murcia".
La Consejería de Fomento e Infraestructuras comunicó la decisión al interesado que propuso la citada instalación, tal y como contempla la legislación vigente para este tipo de solicitudes presentadas por iniciativas particulares.
Recordemos, por otro lado, que hubo una gran movilización meses atrás. La Asociación de Vecinos de Cabo de Palos expresó su más "rotunda oposición" a la construcción y explotación por parte de la empresa Inmobilari Business Development SLU, dirigida por Aurelio Solana Ayala. Desde que se conoció que la empresa Inmobilari Business Developmente, S.L.U solicitó a la Dirección General de Movilidad y Litoral la concesión administrativa para la ocupación de superficie de dominio público portuario en el puerto de Cabo de Palos, con destino a la construcción y explotación de un restaurante, tanto los vecinos como colectivos ecologistas, la Cofradía de Pescadores de Cartagena y algunos hosteleros de la zona calificaron este nuevo intento de construcción de "barbaridad" por el impacto paisajístico y "porque está junto a las oficinas de la Reserva Marina de Interés Pesquero de Cabo de Palos-Isla Hormigas".
Por su parte, la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, echaba un capote a los vecinos que: "Siempre voy a pedir lo mismo a cualquier administración: no se puede imponer nada. Se trata de invertir y mejorar con lo que los vecinos quieren. Si no hay consenso y consideran que no es favorable para Cabo de Palos, se parará".
