MURCIA (EFE).- El próximo 4 de julio el Teatro Real de Madrid afronta el final de una ardua y compleja temporada con Tosca bajo la dirección musical de Nicola Luisotti y la escénica del yeclano Paco Azorín, "dos máster en Puccini", ha dicho de ellos este viernes el tenor Joseph Calleja, uno de sus protagonistas.
"He actuado muchísimas veces en Tosca y esta es la primera vez que los dos directores conocen cada línea", ha declarado el estadounidense en una rueda de prensa en la que todos los intérpretes han coincidido en reseñar el trabajo de estos dos expertos ante una de las obras clásicas del repertorio lírico.
Desde su reapertura, el Real había ofrecido 32 funciones de Tosca, en las temporadas 2003-2004 y 2010-2011, siempre bajo la dirección de escena de Nuria Espert. Ahora regresa con un nuevo enfoque, fruto de una coproducción del Liceu de Barcelona y el Teatro de la Maestranza de Sevilla, actualizada para el coliseo madrileño.
Política, pasión, romance, celos y en general todas las emociones humanas aguardan en esta pieza estrenada en 1900 con libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, que está considerada una de las más representativas del verismo italiano hasta conformar lo que, en opinión de sus responsables, es casi un "thriller".
"Tosca es la verdad. Especialmente con Puccini y con esta obra, la ópera se va a Hollywood, porque olvidas que la gente está cantando y crees todo lo que ves. No es una ópera lírica, es una película y bien hecha", ha destacado Luisotti, principal director musical del Real, el mismo que puso fin al confinamiento duro con La Traviata y luego abrió la temporada oficial con Un ballo in maschera.
En su valoración ha coincidido con Azorín. "Es casi una ópera perfecta. Podemos pensar en otros títulos que musicalmente son maravilla, pero que argumentalmente no se sostienen. Aquí son indisolubles música y acción", ha destacado el director de escena, que ha intentado "quitarle el polvo" del paso del tiempo, "verla con los ojos del primer espectador que la disfrutó y recuperar algo de lo que quería Puccini".
A su juicio, es una obra "anticlerical" y contra el "abuso de poder y el pensamiento único", de ahí que establezca un paralelismo entre la trágica historia de amor de la protagonista y la lucha contra una autoridad corrupta en la atmósfera revolucionaria y despiadada de las luchas napoleónicas.
Para él es también "una reflexión sobre la dimensión ambigua del arte". "Lo más valioso que tiene el artista es su libertad y tiene que llevarla a su grado máximo en el escenario, donde todo es posible, para luchar contra algo tan terrible como el pensamiento único, la globalización y un capitalismo que nos va a matar a todos para producir, trabajar, ser muy bueno y muy rápido", ha opinado.
A sus órdenes, un triple reparto llevará a cabo las 16 funciones que tendrán lugar hasta el 24 de julio, con las sopranos Sondra Radvanovsky, Maria Agresta y Anna Netbrebko en el papel principal, además de los tenores Joseph Calleja, Michael Fabiano, Yusif Eyvazov y Jonas Kaufmann (como su amado Caravadossi) y los barítonos Carlos Álvarez, George Hakobyan y Luca Salsi (como el pérfido cura Scarpia).
"Puccini era muy bueno perfilando personajes humanos y Paco (Azorín) ha enfocado muy bien esta cuestión de Tosca", ha dicho hoy sobre su personaje Radvanovsky, que ha anticipado además que en este montaje su Vissi d'arte, el famoso aria que se interpreta en el segundo acto, "será el más físico de todos" los que haya hecho nunca. "Algo inédito y nuevo", ha prometido.
De retos ha hablado también Calleja. "El principio parece compuesto por alguien que odia a los tenores, con una tesitura que puede ser alta y requiere mucho esfuerzo", ha reconocido, tranquilo no obstante porque Azorín "sabe cuándo los cantantes podemos respirar y esto nos ha ayudado muchísimo".
"El trabajo con estos directores a mí me ha hecho mirar mucho dentro de mí, tanto en vocal como en lo escénico y me están obligando a ir más allá del tópico del personaje", ha destacado Álvarez, quien permanecerá en el Real unas semanas más tras encarnar a otros de los personajes destacados en la ópera previa de este coliseo, Viva la Mamma.
Como viene siendo habitual en las funciones de esta temporada pandémica, que comenzarán a las 19,30 horas, se realizarán al 66 por ciento de aforo, pero habrá además varias oportunidades extraordinarias de disfrutarla. Para empezar, se recurrirá una vez más al preestreno para jóvenes el 2 de julio.
Asimismo, se retransmitirá el 10 de julio a las 21 horas en pantallas instaladas en la plaza de Oriente y en la de Isabel II, con aforo limitado de 1.000 asientos. Para poder acceder, a partir de la próxima semana se habilitará un formulario en la web del Real.
Ese mismo día, también los espectadores de MyOperaPlayer y de los canales de Youtube del teatro y de RTVE podrán disfrutarlo de manera gratuita. Además, el 11 de julio se emitirá a las 23 horas en La 2.