El gasto en la vivienda da un respiro a las familias de la Región: cae más de un 6% en octubre

CARTAGENA. El actual contexto inflacionista sigue marcando el día a día de los ciudadanos de la Región. Pese a que el IPC (Índice de Precios al Consumo) cayó del 9,5% al 7,9 en la Región, la tasa mensual de los alimentos se incrementa un 3%, lo que sigue ahogando un poco más a las familias en un 2022 terrorífico para la economía familiar, según datos del INE. Sin embargo, octubre ha dado un respiro a las familias de la Región en lo que respecta a los gastos de la vivienda. Este descenso se debe principalmente a la bajada de la electricidad y, en menor medida, del gas, frente a la subida de octubre de 2021. En tasa mensual, el IPC de la vivienda en la Región cae un 6,6%, mientras que en lo que va de año el descenso registra un 3,6%. Sin embargo, en tasa anual el incremento es del 0,8%.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) de la Región de Murcia subió un 7,9% en octubre con respecto al mismo mes del año anterior, el cuarto mayor incremento de todas las comunidades autónomas. De esta forma, la cifra anotada por la Región de Murcia se situó por detrás de las tasas registradas en Castilla-La Mancha (8,6%), Navarra (8,4%) y Castilla y León (8,1%).

A nivel general y con respecto al mes anterior, el IPC aumentó en la Región un 0,7%, solo por detrás Melilla (1,2%) y cifra idéntica a las experimentadas en Ceuta y Extremadura. Por su parte, la media nacional sufrió un ascenso del 0,3% en relación con septiembre.

En términos interanuales, los precios en la Región han subido especialmente en Alimentos y bebidas no alcohólicas (17,6%); Transporte (9,9%); Menaje (9,8%); Hoteles, cafés y restaurantes (7,7%); Otros (4,3%); Bebidas alcohólicas y tabaco (3,9%); Ocio y cultura (2,8%); Medicina (2,4%); Vestido y Calzado (1%). El precio de las Comunicaciones, por contra, se redujo con respecto al mismo del año anterior en un 2%.

Por su parte, la principal subida mensual en la Comunidad corresponde a los precios del Vestido y calzado (6,1%); Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,1%); Transporte (1,6%); Otros (0,8%); Bebidas alcohólicas y tabaco (0,7%); Menaje, Enseñanza y Medicina (0,5%) y Hoteles, cafés y restaurantes (0,4%). La mencionada bajada en Vivienda (-6,6%); Ocio y Cultura (-0,4%) y Comunicaciones (-0,1%) impidieron una subida mayor de la bolsa de la compra.

Una Región más proclive a la propiedad

Unos datos de gasto en vivienda que en la Región tienen especial relevancia. El modelo residencial y el imaginario social se orientan hacia la vivienda en propiedad: alrededor de tres cuartos de los encuestados (79,6%) habita en una; dentro del 18,3% que vive de alquiler, la gran mayoría declara hacerlo por imposibilidad económica de tener casa en propiedad (46,7%) o como situación transitoria antes de tenerla (27%) y el 80,4% de quienes desean un cambio de vivienda lo pretenden realizar a una vivienda de estas características.

Esta es la conclusión principal del 'Estudio sobre la Demanda de Vivienda en la Región de Murcia 2022', elaborado por la Cátedra y Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Murcia (UMU) por encargo de la Comunidad Autónoma. La tenencia de vivienda en alquiler disminuye progresivamente conforme aumenta la edad y el nivel de renta; por lo que queda claro que se trata de una opción asociada preferentemente a personas jóvenes con situaciones vitales poco asentadas y a ciudadanos con una menor capacidad adquisitiva.

Según los resultados, la mayoría de las personas que residen en la Región se encuentran satisfechas y valoran positivamente el barrio o entorno en el que viven. Otra de las conclusiones que se obtienen de este estudio es que la mayoría de quienes cambiarían de vivienda lo harían para pasar de régimen de alquiler a propiedad.

Del trabajo se resalta también la dificultad para acceder a un hogar de los jóvenes y el problema de comunicación de políticas públicas. En diversos puntos del estudio se ha detectado que existe una clara demanda de acción del poder público en materia de vivienda, ya que los ciudadanos entienden la vivienda como un problema prioritario y reclaman medidas por parte de la Administración.