Fotos: Graham Brooks
MURCIA. No sorprende que el colegio en Águilas donde estudió el pintor 'anfibio' Javier Espinosa -el artista que ha creado un universo onírico a medio camino entre el mar y la tierra (Espinosaland)- se llame Mediterráneo. Ahora, el artista aguileño ha plasmado ese mundo lleno de animales marinos fantásticos que emergen de las profundidades de su imaginación en el centro de enseñanza "donde comenzó mi viaje en el aprendizaje y donde la imaginación me proyectaba directo a mi mundo interior, soñando con el mar". La obra está subvencionada por la Universidad de Munich a través de 'Vamos Simbiosis' (proyecto que une artes, ciencia y sociedad, y que se ha llevado a cabo en Águilas del 26 de septiembre al 7 de octubre de 2022).
Destaca en la colorista composición un caballito de mar de 12 metros de altura. Explica que el hecho de pintar esta criatura marina en el CP Mediterráneo "no es solo por ser uno de los iconos que más utilizo dentro de mi obra, sino también porque es un animal súper enigmático, pequeño y delicado, que es sinónimo de la pureza de un agua como la que rodea la Isla del Fraile, por lo que su existencia como concepto me parece muy grande y quería crear uno como tal, visualmente hablando, tanto, que ocupa una pared entera".
La cola de ballena que se sitúa bajo el caballito de mar es otro elemento que utiliza mucho el artista -y submarinista- "como representación del océano, del mar a través de los animales más grandes y más imponentes del planeta. Dentro de ésta se pueden observar, como si fueran tatuajes, algunos de los seres que más me han fascinado este año".
Considera un privilegio haber podido "dejar huella en estas paredes que me vieron crecer y donde comenzó mi doble motivación: el arte y el mar". Además, el tamaño de la intervención hace que su obra "forme parte a su vez del barrio donde me crie. Estoy contento; si me paro a pensar, esto es muy grande", ha escrito en sus redes sociales.
Añade también que "dejo esta huella para recordar la importancia de que el cambio está en nuestras manos y para que esos nuevos amaneceres que entran y salen por esas puertas puedan disfrutar de la belleza que nos ofrece la naturaleza. Tenemos que mejorar nuestra relación con ella, con el oceano, con nuestra casa".
El artista se congratula, por otra parte, de que el 2022 ha sido "un año muy completo y muy productivo, con un montón de momentos y objetivos: México, pintar en el Warm Up, pintar en Malasaña, exponer en la Biblioteca Regional de Murcia, presentar la Guía Submarina de Águilas o pintar por fin la pared de un edificio entero, 12 metros, tres plantas, en mi colegio".
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