MURCIA. El lema de este sitio lo dice todo: 'Come como un capitán, bebe como un marinero'. Y es que en El Amarre, situado en la plaza Mayor de Murcia, lo disponen todo para que el comensal pueda disfrutar de una travesía gastronómica de lo más variada a la vez que tradicional basada en el tapeo murciano. Su oferta, con un producto fresco de temporada, da especial atención a los pescados, el marisco y las carnes, además de ofrecer platos más elaborados y disponer de menús diarios de temporada con guisos caseros. Su apuesta es tan acertada que fue el lugar elegido por Doña Sofía para comer en su reciente visita a Murcia.
El restaurante abrió sus puertas en octubre del año 2014. José María Requena, su dueño, llevaba años trabajando en el sector, en establecimientos tan emblemáticos como el Hispano o La Parranda, cuando se embarcó en esta aventura de dirigir su propio local. Confiesa sin ambages que fue José Bernabé, de Pescados José, el que le animó a comenzar el negocio que inicialmente aunaba una pescadería y un restaurante en dos locales contiguos que dan a la plaza.
"La idea era que los comensales pasaran primero a la pescadería a elegir el producto, que luego se les cocinaba en el restaurante", cuenta Requena. Una apuesta por crear una experiencia en la que la protagonista es la materia prima fresca en la que poder elegir como si de un mercado se tratara. Más adelante, ese modelo desapareció, ya que ese espacio se destinó a salón para comidas de grupos, y el cliente se "acomodó" y hacía el pedido desde la mesa. No obstante, subraya, "la apuesta por el producto fresco se mantiene igual".
Requena define su cocina como "tradicional, de temporada y mediterránea", "hablando claro, yo de pijaditas nada. Lo respeto pero no es mi línea. Me gusta mucho más lo de siempre porque creo que nunca pasa de moda".
Entre sus platos destacan entrantes de marisco, como la quisquilla, las zamburiñas o el calamar fresco de Denia, o el tartar de atún, "que es raro la mesa que no lo pide". Como principal, las setas salvajes con huevo escalfado y trufa; el arroz con bogavante o de verduras, o sus magníficos chuletones, el Gallopedro frito.
"Cuando me lo dijeron me quedé bloqueado, sin palabras. Me indicaron que no me preocupara, que la Reina no me iba a exigir nada fuera de lo normal pero que quería arroz y verduras y que le ofreciera lo que yo viera. Come de todo menos carne", explica sobre esta inesperada visita que realizó Doña Sofía en su paso por la ciudad.
La Reina emérita, a la que define como amable y encantadora, degustó algunos de los platos típicos de la carta, como pulpo al horno como entrante, seguido de una ensalada de tomate Muchamiel, "la cual repitió porque dijo que era del mejor que había probado", una tapa de arroz con verduras, y, finalmente, como último plato, un lenguado fresco con salsa holandesa. Para el postre, se decantó por un sorbete de limón y solo bebió agua. "Me impresionó mucho su sencillez. Le dije que estaba en su casa y me felicitó por la comida".
Ahora espera el momento de volver a abrir sus puertas después de la orden que ha cerrado a cal y canto la hostelería en la Región. Y muchos lo esperan con devoción y ya tiene numerosas peticiones de reserva para esa deseada reapertura.