MURCIA. Mesas redondas engalanadas para un banquete, con su cristalería y sus flores, invitados guardando la distancias de seguridad, dispensadores de gel hidroalcohólico... y, cómo no, una pareja de novios. No le faltó periquito a la boda ficticia que celebró la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo (Hostemur) en la puerta del Palacio de San Esteban, sede del Gobierno regional, para protestar por el reducido aforo permitido en el interior de los salones de celebraciones. Por ello, en vez de vítores a los novios lo que se pudo escuchar son las reivindicaciones de un sector que lanzó un mensaje a los gobernantes: "Necesitamos trabajar".
Permitir que los salones puedan albergar más personas para celebrar eventos es una de las medidas que los hosteleros murcianos vienen reclamando desde hace semanas. Se quejan de que "la única respuesta en este ámbito hasta ahora por parte de la Consejería de Salud solo ha sido la de ampliar hasta 100 personas los aforos en exteriores para bodas, bautizos y comuniones".
"Queremos que nos oigan, nos entiendan y comprendan que es una medida totalmente razonable. Y si para eso tenemos que recrear una celebración con los requisitos de interior lo hacemos: con sus novios y sus invitados vestidos de gala", ha explicado Jesús Jiménez, presidente de la patronal.
Para los hosteleros, los buenos datos epidemiológicos en la Región de Murcia respaldan este paso, que permitiría a muchos establecimientos salvar de alguna manera la campaña del mes de mayo. "No todos los salones disponen de terrazas o jardines para realizar los eventos al aire libre, por lo que permitir únicamente 30 personas en celebraciones en el interior es una ruina para estos negocios", han apuntado desde Hostemur.
"Lo que más nos chirría es que provincias limítrofes con peores datos epidemiológicos pueden trabajar con mejores condiciones: Alicante al 50% de su aforo y Almería con 100 personas en el interior", ha indicado Jiménez, que informa que muchas celebraciones se están yendo a estas zonas en detrimento del sector murciano.
Los hostelero quisieron escenificar con esta protesta que son posibles las celebraciones de diferentes eventos guardando las medidas de seguridad. Así lo demostraron con todos los detalles propios de una boda real y con unos comensales que, aunque no probaron bocado, pusieron sobre la mesa uno de los muchos problemas que afronta el sector.