MURCIA. “Porque no había ninguna posibilidad y sin embargo ocurrió”. Ese es El Milagro de Viva Suecia, la banda murciana que se ha convertido en todo un fenómeno del rock alternativo y a la que precede el cartel de sold out allí donde va para presentar su tercer disco; un trabajo que fue galardonado hace unos días en los III Premios de la Música de la Región de Murcia. Además, su nombre ya figura entre los confirmados para el Warm UP Estrella de Levante que se celebrará en mayo en su ciudad. “Estamos muy felices de volver a tocar en él por tercera vez”, dicen sentirse Rafa Val (voz y guitarra), Alberto Cantúa (guitarra), Jess Fabric (bajo), y Fernando Campillo (batería), quienes contestan a las preguntas de Murcia Plaza desde su “base de operaciones” en Murcia.
“Además del trabajo y la ilusión, lo que nos mantiene en pie es nuestro staff y la gente que nos quiere y aguanta esta vida rara. Son todos fundamentales en esto”, dicen unos músicos cuyo propósito “es hacer canciones que emocionen y llevarlas al directo con toda la actitud del mundo”. Gracias es la palabra que subyace en El Milagro (Subterfuge) de Viva Suecia, un álbum donde la banda mantiene su personalidad e intensidad, y que se convierte en toda una declaración de intenciones. Si no milagrosa, sí meritoria es la humildad de estos murcianos que con su primer disco recibieron el Premio MIN a Mejor Canción por Bien por ti en 2016, y que con el segundo fueron galardonados en los MTV·EMAS (European MTV Music Awards) con el Premio a Mejor Artista Español en 2018.
“La verdad es que ahora mismo solo nos preocupa Viva Suecia. Nos va la vida en ello y es nuestra prioridad. Nos dejamos la piel en cada concierto y queremos avanzar en nuestra carrera cuanto podamos y nos dejen”, dicen, dejando la puerta bien abierta para que sigan obrándose más milagros.
El Milagro obtuvo el premio al Mejor disco pop de 2019 en el los III Premios de la Música de la Región. Un buen comienzo.
Nos sentimos muy emocionados de que el primer premio que recibe El Milagro sea el de la Región de Murcia, que es el sitio que ha visto nacer estas canciones y donde las hemos ido dando forma. El premio a mejor disco de Rock se lo ha llevado Noise Box, que es la banda de Jesús Cobarro, que es como un hermano para nosotros. Así que doblemente felices y agradecidos.
Estáis inmersos en la gira para presentar vuestro nuevo álbum, que inevitablemente hace pensar en todo lo que está viviendo un grupo murciano nacido hace sólo 5 años. ¿Qué representa está gira para vosotros?, ¿qué es lo que queréis ofrecer y transmitir a todos los que están esperando para escucharos en directo?
Nuestra obsesión es evolucionar, crecer y profesionalizarnos; al final, es la única manera de llevar tu mensaje a más público y de dar un plus a las canciones. Hay muchísima gente en España luchando en esta dirección: profesionales de sonido, de luces, técnicos, promotores,... El sector está haciendo un ejercicio de superación muy importante y nosotros tenemos que estar a la altura. Si estamos en esto es porque nos gustan los retos, lo fácil es llegar a casa de un concierto y esperar al viernes para volver a la carretera. Nosotros, y nuestro equipo, estamos en constante reflexión y autocrítica para mejorar. Los lunes es raro que no nos llamemos para ver y pulir fallos. Hemos estado meses planificando la gira, a nivel financiero, artístico y técnico; y aunque ha sido agotador, ha merecido la pena. Tenía que estar al nivel de un disco ambicioso.
En Madrid, os atrevéis nada menos que con un espacio como el de IFEMA. ¿Cómo afrontáis este tipo de retos?
Está claro que IFEMA se convierte en el hito más importante de la banda hasta el momento. Es un reto que nos acongoja y, a la vez, nos ilusiona a más no poder. Queremos que haya la máxima gente posible y hacer un concierto deseado para todo aquel que compre la entrada. Lo afrontamos con calma, preparándolo con cabeza para que salga como deseamos y, por qué no, siendo atrevidos en la puesta en escena. Es un concierto en el que no pensamos en escatimar.
Vivimos uno de los momentos más dulces de nuestras vidas y esto tenía que verse reflejado en estas canciones
¿Es El Milagro una especie de manifiesto? ¿Cuál es esa forma de ver el mundo y de relacionaros con él que habéis querido plasmar en este trabajo?
Bueno, El Milagro, más que un manifiesto, podría ser un agradecimiento. Nos cuesta creer que hayamos llegado hasta aquí, que gente normal pueda alcanzar algo así. Es un sueño de adolescencia más que otra cosa. ¿Quién iba a imaginarlo? De igual forma, estamos convencidos de que tampoco hemos hecho nada del otro mundo para merecerlo más que otros músicos u otras bandas; por eso es un milagro, porque no había ninguna posibilidad y, sin embargo, ocurrió. Ese sentimiento de estar en deuda con la música, con el público y con los hechos; incluso de sentir que nos ha tocado a nosotros de manera arbitraria, nos ha obligado de alguna forma a hacer un disco cargado de luz. Vivimos uno de los momentos más dulces de nuestras vidas y esto tenía que verse reflejado en estas canciones.
Respecto a vuestros dos anteriores EP -La Fuerza Mayor y Otros principios fundamentales-, ¿qué punto de inflexión se puede encontrar en El Milagro?
Lo más importante es que nos hemos dado toda la libertad del mundo para hacer las canciones como nos venía en gana, sin prejuicios. Luego hemos tenido más tiempo y recursos para vestir las canciones como merecían.
“La música es más cosas que la propia música…” ¿Cuáles son?
La dignidad personal está por encima de todas las cosas. Es importante tener eso para poder mirarte al espejo cada mañana. Los sold out o la relevancia pública, etc. son el éxito mal entendido. Hay que tocar la realidad, tener claro que al final, solo somos gente normal viviendo de manera excepcional y que, detrás de todo esto, hay muchas personas iguales o más importantes que nosotros haciéndolo posible. Están en casa, te llaman cada día a ver cómo estás, sufren con tus derrotas, aplauden tus éxitos, y su vidas son súper admirables a pesar de no tener un foco encima. Estaban antes y estarán después, cuando todo esto acabe, y se sentarán contigo a escuchar música o a compartir una botella de vino.
Habéis dicho en alguna ocasión que flipáis con todo lo que os está ocurriendo...
Somos conscientes de que lo que nos está pasando no le pasa a la mayoría de las bandas y eso te hace estar en alerta constante, a la misma vez que contentos, está claro. Somos una banda que sabemos tener los pies en el suelo a cada momento, no hay quien se salga del tiesto…
¿Qué es lo más sorprendente que os ha ocurrido, eso que os haya hecho exclamar: ¡no me lo puedo creer!?
Joder, en los últimos años han ocurrido muchas cosas alucinantes que nos cuesta creer. Desde tocar en festis y salas a los que antes íbamos como público, o que la gente se sepa tus canciones, incluso se las tatúen, a entablar relaciones de amistad con músicos que antes admirábamos… No sé, el hecho de estar aquí, contestando esta entrevista, y poder decir que esto forma parte de nuestro trabajo ya es algo alucinante.
Cuando miráis atrás y dais las gracias, ¿qué veis, cómo os veis?
Somos muy afortunados de que la música sea nuestra forma de vida. Cuando miramos atrás vemos a toda la gente que ha hecho esto posible y nos sentimos muy agradecidos a todos ellos.
nadie puede irse sin sentir que el tiempo o el dinero que han gastado en Viva Suecia ha merecido la pena. no nos guardamos nada, ESTÁ EN NUESTRO ADN
Y cuando miráis hacia delante, ¿a qué aspiráis? ¿Hay algo que os gustaría hacer especialmente (un escenario, un festival, un músico con el que tocar,…)?
Tenemos grandes objetivos, a los que se les va dando forma poco a poco a medida que surgen. Grandes retos estructurales que no podemos dejar de lado. Pero nuestra realidad es más sencilla, pensamos en el siguiente concierto, aunque sea en una sala pequeña en la otra punta del mundo. Nadie puede irse sin sentir que ese tiempo o ese dinero que han gastado en Viva Suecia ha merecido la pena. Está en nuestro ADN, no nos guardamos nunca nada.
¿Cómo recargáis las pilas?, ¿qué os gusta hacer cuando no estáis trabajando?
A ver, nuestro trabajo en Viva Suecia no termina cuando nos bajamos del escenario, hay muchas otras cosas que hacer que tienen más que ver con la gestión de cualquier empresa que con la propia música. Es cierto que la banda nos deja poco tiempo libre, por eso es una suerte que nuestro trabajo sea también nuestra pasión. Aun así, siempre sacamos hueco para desconectar de todo, cada uno busca la forma ideal de hacerlo. Compartir nuestro tiempo con la familia, parejas y amigos. Viajamos bastante, nos gusta comer bien, ir a conciertos; no sé, supongo que como todo el mundo.
La pregunta inevitable: ¿qué está pasando en Murcia? ¿Pensáis que se está viviendo un momento ‘histórico’ en cuanto a la calidad y cantidad de grupos?
En Murcia siempre hubo muchísima música y una gran cantidad de talento. Es algo que se ha acentuado en la última década y sigue alimentando las ganas y la sensación de que “se puede” cada día.