Mirando al cielo. Foto: PAULA GAVILÀBRUSELAS. "La infraestructura de transporte de Europa es fundamental para nuestra seguridad y para nuestra defensa. Estamos financiando proyectos por valor de 425 millones que facilitarán el movimiento de tropas y activos militares, lo que conducirá a un despliegue más eficiente de nuestras misiones sobre el terreno". La comisaria de Transporte de la UE, Adina-Ioana Vălean, anunciaba en la primavera del Año II d.C. -después de la covid-, que el gobierno de la Unión este preparando el terreno en previsión de un conflicto bélico.
La guerra entre Rusia y Ucrania seguía recrudeciéndose y amenazando las frágiles fronteras del TerritorioEuropa. Suecia y Finlandia, miembros de la UE cercanos y fronterizos con el TerritorioKremlin, anunciaban su inminente entrada en la AlianzaNorte militar.
El gobierno de La Union financiaba proyectos para mejorar la movilidad civil y militar dentro de la UE, haciéndola compatible con este doble uso. Estos proyectos incluían “las mejoras de la infraestructura ferroviaria para permitir la circulación de trenes más grandes y pesados, el aumento de la capacidad de los puertos y aeropuertos, y el fortalecimiento de los puentes de carretera”. El objeto era posibilitar y facilitar el paso de tanques y vehículos militares por las carreteras y puentes del territorio europeo. El objeto era preparar el terreno para un conflicto militar en casa.
Pero el carácter previsor de los burócratas de Bruselas no terminaba aquí. También había dinero para mejorar las reservas y la respuesta de la UE a riesgos para la salud pública “como las amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares (QBRN)”, a través del Mecanismo de Protección Civil. Estas reservas consistirían en equipos y medicamentos, vacunas y otras terapias para tratar con urgencia a pacientes expuestos a agentes QBRN, así como equipos de descontaminación.
Como primer paso inmediato, la UE movilizó su reserva médica rescEU “para adquirir comprimidos de yoduro de potasio que puedan utilizarse para proteger a las personas de los efectos nocivos de la radiación”. Ya se habían entregado a Ucrania casi tres millones de comprimidos de yoduro.
El comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarčič anunció: “Estamos tomando medidas concretas para aumentar la preparación de Europa frente a posibles amenazas, creando tanto una reserva de descontaminación como una nueva reserva de equipos adaptados a emergencias químicas, biológicas o nucleares”. Mientras Stella Kyriakides, comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, alarmaba a la población declarando que “la preparación frente a amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares es un elemento esencial para mantener la seguridad de nuestros ciudadanos y un elemento clave de una Unión Europea fuerte”.
El mensaje era claro cuando se insistía en que "las personas pueden estar expuestas a agentes QBRN como consecuencia de catástrofes no intencionales o un ataque terrorista". La palabra guerra seguía siendo tabú entre nuestras fronteras…
-El miedo a la verdad es el peor enemigo, David. El problema es cuando se conoce la verdad y se intenta disfrazar de previsión, preparación…, de los pos si acaso. Nadie nos dijo que nos temiéramos lo peor. Pero por entonces, tú y yo éramos bebés.
-Lo sé, Laura. Y en 2070 estamos pagando las consecuencias de aquélla falta de confianza en los ciudadanos. Creo recordar que se llamaba así a la población del TerritorioEuropa, antes del CaosPrevio, que lo precipitó todo, preparando el terreno…
