MURCIA. La agricultura es un sector clave en la economía regional, dada su influencia en el PIB -valorada en el 20%- y su apoyo siempre ha sido muy codiaciado en las urnas. El PP bien sabe de esta realidad, y siempre se ha arrogado la defensa de los intereses de los agriculturtores y regantes. Pero en los últimos tiempo le ha salido competencia en el espectro conservador: Vox, un partido que ha hecho su bandera en el campo distanciándose de los populares al presumir de no "tener herencias ni contradicciones en el mensaje nacional". Esta circunstancia es una rendija electoral que el PP no se puede permitir y por ello aumenta su respaldo sin fisuras a las reclamaciones de los regantes. ¿El objetivo? Posicionarse como la barrera frente a lo que consideran los "ataques al trasvase" del Gobierno de Pedro Sánchez.
Así las cosas, una delegación del PP, encabezada por el portavoz parlamentario, Joaquín Segado, se reunió en la sede del Sindicato Central de Regantes (Scrats) con su presidente, Lucas Jiménez, para abordar la situación del sector, que a finales del año pasado sufrió varios recortes consecutivos en los envíos de agua a la cuenca del Segura. "Nos unimos al frente común de los regantes ante las amenazas que se ciernen sobre el Trasvase Tajo-Segura por parte del Gobierno de España", expuso Segado, que estuvo acompañado del vicepresidente primero de la Asamblea, Miguel Ángel Miralles y el diputado regional Jesús Cano.
Sobre la mesa también está el informe que ha encargado la Comisión de Explotación del Trasvase al al CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas, dependiente del Ministerio de Fomento) para analizar la necesidad de cambiar los criterios que establecen los cuatro niveles de volúmenes de agua por los que se conceden los trasvases. Para Segado, se trata de "cambiar las reglas de juego en plena pandemia".
A juicio de Segado, el trasvase "se encuentra amenazado por una hoja ruta del Ministerio de Transición Ecológica que no obedece a criterios técnicos ni científicos, sino a decisiones políticas, discrecionales". Por esta razón, los populares abogan por "un escenario de diálogo nacional para alcanzar un Pacto Nacional del Agua". Los recursos hídricos, apostilló, son "un bien nacional, patrimonio de todos y debe gestionarse buscando el consenso" como se hizo, agregó, con la Ley del Memorándum. "El PP siempre ha sido el partido de los agricultores y regantes y lo vamos a seguir siendo", añadió, "apostando junto a ellos por el diálogo, el consenso y la búsqueda de acuerdos beneficiosos para la Región".