CARTAGENA. Arquitecturas, bodegones y recuerdos relacionados con Cartagena y su historia se pueden contemplar en la exposición LUX, que el pintor Juan Heredia inaugura este viernes 2 de diciembre (20.00 horas) en la Galería de Arte Gigarpe (ubicada en la calle Jiménez de la Espada). En ella, a través de una veintena de obras realizadas con tinta y plumilla, el artista cartagenero recorre un paisaje urbano y emocional en el que se pueden reconocer edificios modernistas tan céntricos como el Palacio Consistorial y el Casino, o tan emblemáticos como la Catedral de Santa María la Mayor (la Catedral Vieja). Son recreados con plumilla con gran minuciosidad por el artista en tonos sepias.
La muestra, que se podrá visitar hasta el 19 de enero, también incluye bodegones, formados por ánforas romanas -como metáforas del paso del tiempo-, así como por otros objetos cotidianos rescatados de un pasado más reciente que evocan recuerdos y emociones en el espectador.
En estos cuadros, su autor vuelve a plasmar el paisaje urbano, sin presencia humana y continúa experimentado con nuevos colores a la hora de abordar temáticas distintas, como puede ser el fondo rojo sobre el que se posan unos cubiertos plateados o en la decoración de un delicado jarrón .
"Mirar un cuadro de Heredia es como pasear en solitario por la ciudad, es permanecer ajeno a esa sociedad enferma que estrella a miles de personas con el síndrome de trabajador quemado contra las paredes de la felicidad. Y es que viendo este despliegue de preciosismo con tinta china y esa minuciosidad en el detalle, es como si la vida nos doliera menos", señala el escritor cartagenero, Ignacio Borgoñós en el texto que acompaña la exposición.
Añade Borgoñós que "es la lux -así, con esa equis tan culta del latín- la que se extiende por todos ellos como uno de esos amaneceres en la Tierra visto desde el espacio, mientras que por otro lado no vemos a los seres humanos arder en su caos cotidiano. Es más, no vemos a nadie, como si hubiéramos desaparecido del universo, de ese espacio exterior desde donde se ve amanecer en la tierra y que nos empequeñece a todos hasta límites incompatibles con los egos".
"Porque su pintura es reflexiva, como si nos hiciera caminar más despacio que esa gente que pertenece al caos. Mirar un cuadro de Heredia es como pasear en solitario por la ciudad, es permanecer ajeno a esa sociedad enferma que estrella a miles de personas con el síndrome del trabajador quemado contra las paredes de la felicidad. Y es que viendo este despliegue de preciosismo con tinta china y esta minuciosidad en el detalle, es como si la vida nos doliera menos", concluye el escritor cartagenero.
Juan Heredia (Cartagena, 1958) empezó a dibujar siendo joven, recibiendo clases de dibujo y pintura de Carmen Tomás y Francisco Mas. También de forma esporádica fue guiado por Nicomédes Gómez. Una de las primeras exposiciones en las que participó fue en 1983 en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, habiendo mostrado su obra en diferentes galerías y salas de Cartagena y Murcia, y participando en proyectos como ArtHotel.