El presidente reconoce que un pequeño aumento del IRPF "apenas se notaría en el bolsillo" pero defiende que no subirá impuestos en la Comunidad
MURCIA. La Región de Murcia se prepara para hacer frente a una crisis económica de dimensiones desconocidas. Algunos organismos pronostican una abrupta caída -el BBVA prevé que el PIB murciano se contraerá un 8,3% en 2020 mientras que Ceprede calcula un descenso del 5,1%-, pero lo cierto es que el propio Gobierno regional todavía no sabe -o no quiere revelar- con precisión el impacto de la pandemia en la economía murciana.
Sí hay algunas certezas encima de la mesa. La primera: la Comunidad no cuenta con recursos propios suficientes para hacer frente a la crisis. Así lo reconoce el presidente Fernando López Miras, que alega el conocido problema de la financiación autonómica que perjudica a la Región -Murcia es, tras Valencia, la segunda comunidad que menos dinero recibe por habitante-, así como el poco margen de maniobra que deja el Presupuesto, cuyo 80% está comprometido para sanidad, educación y políticas sociales. Hay además otra certeza. La Comunidad no tiene más remedio que endeudarse y así lo va a solicitar al Gobierno de España. Sin ir más lejos, con sólo el gasto sanitario dedicado a la pandemia, el Gobierno regional ya ha superado el objetivo de déficit permitido para las comunidades en 2020, cifrado en el 0,2%. "No voy a criticar que el Ejecutivo central se endeude porque pienso que en periodos de guerra los estados deben endeudarse", sostiene el jefe del Gobierno regional. "Yo voy a pedirlo para Murcia. No quiero que quede ninguna cuestión sin atender".
Y entre certeza y certeza emerge una posibilidad: la que planteó el propio López Miras durante un coloquio telemático con empresarios y trabajadores, organizado este lunes por el Círculo de Economía. "No excluyo ni descarto la devolución de algunas competencias insostenibles para la Administración regional", reconocía. El presidente no precisó qué transferencias concretas tiene en mente pero sí abrió la puerta al debate sobre sanidad y educación. "Todo se puede debatir", afirmó, "y más en una comunidad que recibe del Gobierno central una partida deficitaria para sanidad y educación".
"Las transferencias tienen que ir acompañadas de un presupuesto", expuso Miras. "Por eso en su día se habló de transferir las competencias de justicia pero al final no se hicieron porque no había una trasferencia económica suficiente para mantenerlas". Sin embargo, el presidente reseñó: "Se hicieron las transferencias de educación y sanidad, pero cada año no se transfiere el presupuesto que la Región necesita para mantenerlas". Según sus cálculos, la Administración central transfiere a Murcia un 75% del presupuesto para esas dos grandes áreas pero la Comunidad gasta entre un 80 y un 85%. "Yo no descartaría nada", insistía, recalcando: "Sobre todo si el Gobierno central no puede garantizar que se nos dé el mismo presupuesto a los murcianos que al resto de españoles para atender su sanidad y su educación".
El presidente reivindicó que su Gobierno quiere afrontar "reformas de calado" para "flexibilizar, quitar trabas y garantizar liquidez a las empresas". En ese sentido, defendió la reforma de la Ley de Protección Ambiental, acordada por decreto -aunque Ciudadanos pedirá que se convalide como proyecto de ley en la Asamblea Regional- y que ha suscitado las críticas de la oposición. "Es un error pensar que con más trabas hay más protección", argumentó. El jefe regional considera que la reforma "es una oportunidad para facilitar la inversión y crear puestos de trabajo", porque, esgrimió, quitará el tapón a 1.000 expedientes atascados por la burocracia que suponen 15.000 empleos. "Algunos de estos expedientes esperan desde hace cinco años".
El dirigente admitió, al hilo de una pregunta de uno de los asistentes, que una subida del IRPF "incluso al 3% no se notaría en el bolsillo" pero subrayó que su rechazo a subir impuestos responde a un posicionamiento político. "No debemos abrir la brecha de la subida impositiva. No estoy dispuesto a recuperar el Impuesto de Sucesiones ni a subir el IRPF". Es la línea roja que defenderá en sus negociaciones con los partidos para alcanzar un gran acuerdo político para la Estrategia Reactiva 2020. "Ahora es momento para endeudarse las administraciones, no para vincular la recuperación al esfuerzo fiscal de los murcianos".
Miras sacó pecho de la gestión de su Gobierno al frente de la pandemia e hizo hincapié en la labor de la Atención Primaria -"El presidente de Galicia, que es mi amigo, presumía el domingo de vigilar a 10.500 gallegos con síntomas, cuando nosotros hemos llegado a monotorizar a 60.000"-. Y por esa razón, agregó, Murcia "está en mejores condiciones" que el resto para iniciar el desconfinamiento. "Y eso lo tenemos que aprovechar". ¿Cómo? El presidente reflexionó sobre la idea de promocionar la Región como un destino seguro. "Eso lo van a valorar los turistas", destacó, apuntando que hay que impulsar el turismo entre la Comunidad y los europeos del norte que habitan en zonas con poca incidencia del coronavirus.
Con todo, Miras descartó proponer al Gobierno central que adelante la apertura de desplazamientos entre provincias. Esta medida está prevista para el final de las cuatro fases de desconfinamiento, es decir, una vez que concluya el llamado Plan para transición hacia la nueva normalidad. En todo caso, concedió, "si va todo bien, si la desescalada es gradual y es responsable, podríamos pedirlo en la fase 3", dada la importancia del turismo para la economía regional. Aun así, el presidente volvió a manifestar el gran temor que lleva advirtiendo la Comunidad: una menor incidencia del covid-19 equivale a menos población inmunizada. "Es nuestro hándicap. Por eso me preocupa que pueda haber un nuevo brote".