MURCIA (EP). La intervención pública en forma de impuestos, prestaciones monetarias y en especie redujeron un 38% la desigualdad en la distribución de la renta de los hogares residentes en España en 2020, el año de la pandemia por Covid-19, de acuerdo con el séptimo informe del Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones entre los hogares españoles elaborado por Fedea.
Según el informe, en 2020 las prestaciones monetarias aprobadas por el Gobierno fueron responsables de un 70% de esa reducción, los impuestos, de un 8,5%, y las prestaciones en especie, del 21,5% restante.
El estudio de Fedea, elaborado por Julio López Laborda (Universidad de Zaragoza t Fedea), Carmen Marín (Fedea) y Jorge Onrubia (ICEI-UCM y Fedea) muestra la capacidad redistributiva de la intervención pública en España a través de las prestaciones públicas, monetarias y en especie (sanidad y educación), y del sistema fiscal (incluidas las cotizaciones a la Seguridad Social) para los años 2019 y 2020, coincidiendo con la pandemia por Covid-19.
Los autores concluyen que los resultados obtenidos para 2019 son similares a los de los años anteriores, pero los alcanzados para el año 2020 muestran los cambios operados en la intervención pública como consecuencia de la pandemia de Covid-19 y su impacto sobre la distribución entre los hogares de los impuestos, las prestaciones y la renta.
Así, en el primer año de la pandemia la renta de mercado del conjunto de hogares sufrió, respecto de 2019, una reducción media del 8,5%, ocasionada, en su mayor parte, por la caída de los beneficios imputados a los hogares. Ahora bien, el incremento de las prestaciones públicas amortiguó "significativamente" esa caída, dado que las prestaciones monetarias aumentaron en un 13% de media, debido, fundamentalmente, a las prestaciones por desempleo, y las prestaciones en especie lo hicieron en un 8%, sobre todo, por efecto de la elevación del gasto sanitario.
En cambio, los ingresos tributarios medios se redujeron en un 4% en el mismo período. Como consecuencia, la renta media de los hogares después de la intervención pública se redujo en menos de un 2% entre 2019 y 2020, seis puntos y medio menos que antes de las medidas adoptadas para hacer frente a la pandemia.
El estudio muestra que la desigualdad en la distribución de la renta de mercado fue menor en 2019 que en 2020. Sin embargo, el efecto redistributivo de las prestaciones y los impuestos fue más elevado en 2020, lo que condujo a que la renta después de la intervención pública estuviera distribuida más igualitariamente en el último año.
En resumen, la intervención pública en forma de impuestos, prestaciones monetarias y en especie ha reducido en un 38% la desigualdad en la distribución de la renta de mercado de los hogares residentes en España en 2020, por encima del 33,5% alcanzado en 2019.
En cuanto al impacto de las medidas en función de la renta de los hogares, Fedea concluye que el análisis conjunto de los impuestos y prestaciones muestra que los hogares pertenecientes a los cuatro primeros quintiles de renta (esto es, el 80% de los hogares residentes con menor renta bruta) son beneficiarios netos de la intervención pública en 2020, ya que perciben un subsidio efectivo neto (es decir, una diferencia positiva entre prestaciones e impuestos).
Esta ayuda neta es decreciente con la renta bruta, ya que supone el 96,6% de la renta bruta para el primer quintil y sólo el 0,4% para el cuarto.
Finalmente, el quintil superior (o sea, el 20% de los hogares con mayor renta bruta) es contribuyente neto, soportando un tipo efectivo neto siempre creciente, hasta llegar al 27,6% que soportan los hogares pertenecientes al 1% con más renta.