HOMENAJE EN murcia

La Región honra la memoria de los 151 caídos por la pandemia

Ruth Lorenzo homenajea a las víctimas murcianas con la interpretación de 'Miedo', una canción que compuso en el confinamiento

22/07/2020 - 

MURCIA. La plaza Cardenal Belluga, corazón de la ciudad de Murcia, se revistió de luto para honrar la memoria de los 151 murcianos que perdieron la vida como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Bajo el imafronte de la Catedral, la Región de Murcia rindió homenaje en un austero escenario, inmaculado en blanco, coronado por un olivo -emblema de la paz- y acicalado con 151 velas por cada una de las vidas que segó la covid-19 en la Comunidad. Dos murcianos tomaron la palabra, erigiéndose como símbolos de la lucha contra el virus: Sonia Sánchez Martínez, enfermera del 061, que recordó el esfuerzo sobrehumano de sanitarios, policías y cuantos héroes se dejaron la piel; y, especialmente, María Dolores Sánchez Martínez, hija de Julián Sánchez Sánchez, fallecido en Archena, y que habló en nombre de todos los familiares de las víctimas mortales.

Si el pasado jueves el Estado, con el Rey a la cabeza, homenajeaba a todos los españoles fallecidos en una ceremonia civil, esta vez era el turno de la Región. La voz de Ruth Lorenzo sonó ante una plaza arrebatada de autoridades políticas, militares y sociales. La artista torreña cantó Miedo, un tema que compuso la propia cantante durante el confinamiento, y que interpretó acompañada al piano por el archenero Pedro Contreras y la Orquesta Sinfónica de la Región. También puso música al acto el periodista Ismael Galiana, que tocó, guitarra en mano, la célebre canción de Los Pajaricos, en recuerdo de su tío, el cantautor murciano, José María Galiana, que perdió la vida por culpa del virus. 

Otros dos familiares de las víctimas, Ana Fructuoso Madrid, nieta de la pachequera Ana Conesa Pérez, y Pedro Saura Bolea, hijo del cartagenero Pedro Saura Cabello, descubrieron una placa que recordará para siempre la memoria de todos los que nos dejaron. Otros dos murcianos, Luis Rivelles (Puerto Lumbreras), que se recuperó de la enfermedad, y la alcazareña María Fernanda Serna, cuyo padre, Ramón Serna, murió por el brote, también subieron al escenario para depositar las últimas cuatro velas. Lo hicieron acompañados por el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, y el alcalde de Murcia, José Ballesta.

Funeral en la Catedral

Una hora antes, la Catedral ofició un funeral presidido por el arzobispo emérito de Burgos -aunque nacido en Murcia-, monseñor Francisco Gil Hellín, quien a última hora tuvo que reemplazar al obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planesbaja como consecuencia de coincidir en un acto con un infectado y que presenció el tributo de Belluga desde un balcón del Obispado. El acto civil, organizado por la Comunidad en colaboración con el Ayuntamiento, se cerró con un minuto de silencio que fue precedido por el toque de difuntos de las campanas del templo, un sonido que se escucha en momentos excepcionales. Bien lo merecía el día en que la Región lloró a sus víctimas.

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