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Historias de cine en Cartagena, contadas por Alfonso Santos: recordando a Paquita, la taquillera

Fotos: Facebook Alfonso Santos

6/11/2022 - 

CARTAGENA. Esa memoria viva de la historia de Cartagena y sus cines que es Alfonso Santos -lleva atesorando recuerdos y archivando valiosos documentos relacionados con el séptimo arte y el mundo del espectáculo en la ciudad portuaria desde los 12 años- sigue recuperando anécdotas y rindiendo homenaje a personajes entrañables a través de escritos que periódicamente nos deja en su Facebook; "a su ritmo", pero fiel con su máxima de "compartir con los cartageneros" todo lo que sabe. Entre ellos se encuentra "una mujer muy popular" como fue Francisca Cánovas Mora, la que fuera durante muchos años taquillera del antiguo Teatro Circo. 

"Entre muchos cartageneros fue muy corriente decir la frase: Paquita, quiero unas entradas, pero por favor, que no me toque una columna. Y es que ella era muy habilidosa para contentar a todos los que se acercaban a retirar sus localidades, siendo su persona objeto de innumerables muestras de afecto y recibiendo algún que otro obsequio por parte de los agradecidos espectadores", recuerda Alfonso Santos, quien también destaca que "Paquita perteneció a una generación en la que la figura de la taquillera era uno de los pocos oficios femeninos en los que llegar tarde (y sola) a casa tenía una auténtica justificación". 

Señala el veterano proyeccionista y escritor que Francisca Cánovas nació en el año 1903 y era la mayor de siete hermanos. Por cuetiones económicas de la época tuvo que irse a vivir con su tío José Sierra Quintana, que en aquellos años era el gerente y administrador del Teatro Circo, quien transcurridos unos años le propuso el puesto de taquillera. "Ella aceptó encantada", relata, ya que por el antiguo Teatro Circo "pasaban innumerables compañías de comedias, revistas, bailes de carnaval, actuaciones circenses...".

La historia de Paquita fue también la del teatro, ya que durante el tiempo que estuvo trabajando se produjeron en el local varias obras. "La más importante fue en 1935 y lo que más le agradó fue el excelente trabajo de artesanía que realizó el electricista Rafael Baillo Rosas en el techo del teatro , simulando un cielo estrellado en una noche despejada". También destacaba, recuerda Santos, "la iluminación del local, ya que aprovecharon las 42 columnas decoradas al estilo árabe con que contaba para instalar unos cristales esmerilados que las unían entre sí por su parte superior, formando unas pantallas rectangulares que daban un resultado de iluminación excelente. La inauguración de aquel remozado local fue con el estreno de la película Quiéreme siempre".

"Paquita recordaba con nostalgia varias anécdotas en su larga trayectoria en la taquilla del Teatro", sigue contando este amante del cine cartagenero. "Quizás la más simpática de ellas es la siguiente: un espectador, que era evidente que era la primera vez que asistía al cine, le solicitó una entrada. Al entrar al local, el portero se la quitó y la partió. El hombre, muy enfadado por la acción, volvió a la taquilla y dijo; ¡Oiga, deme otra entrada, que hay un hombre con una gorra en la puerta que me la ha roto!". Un caso similar le ocurrió a su compañero de trabajo, cuando le solicitó a un marinero su localidad. El aludido, extendiéndole la mano, le respondió: "¡Cómo no ! Soy de Elche".

Durante aquellos años se tenía por costumbre repartir unos llamativos programas anunciando los próximos estrenos. Algunos de los títulos, apunta Alfonso Santos, fueron El genio alegre, La hermana blanca, las campanas de Santa María, San Francisco, Donde la ciudad termina..., "siendo el domingo 11 de febrero de 1968 cuando se proyectaron las dos últimas películas --Operación Snafu y De rodillas ante ti-, coincidiendo el cierre del local con la jubilación de esta querida empleada".

La popular taquillera tenía mucho en común con Alfonso Santos, ya que también era una gran amante de todo lo que estuviera relacionado con el coleccionismo. "Tenía una gran afición por la filatelia y la numismática; pero sobre todo, por los programas de mano y las guías informativas de todas las compañías que pasaron por el Teatro Circo".

Este cariñosos recuerdo a Paquita, fallecida en1988 a los 85 años, "nace de la añoranza y dedicado a esta veterana taquillera del antiguo Teatro Circo que formó parte de la historia del nostálgico teatro", asegura el autor de estas semblanzas.

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