Fotos: ROLAND GARROS
MURCIA. Ganas de llorar son las que a buen seguro sintió Carlos Alcaraz Garfia y el tenis en general. El joven tenista murciano resultó lesionado y perdió en la primera semifinal de Roland Garros por 3-6, 7-5, 1-6 y 1-6 en 3 horas y 21 minutos ante Novak Djokovic. Jugó medio cojo desde el inicio del tercer set y cederá el número 1 del mundo si el serbio gana la final del domingo contra el noruego Casper Ruud o el alemán Alexander Zverev.
El partido del año en la ATP llegaba con un duelo intergeneracional entre un chico de 20 años y ya campeón de un major, el US Open de 2022, y un veterano de 36 que va a por su título 23 del Grand Slam, con lo que superaría como el que más conquistó en la historia a Rafa Nadal, quien tiene 22. Alcaraz, quien había vencido a Nole en el único precedente entre ambos -6-7 (5) , 7-5 y 7-6 (5) en las semifinales del Mutua Madrid Open del pasado año-, por lo tanto, jugaba por él, por Nadal y por el tenis español.
En una tarde calurosa, con 29 grados, y algo de viento en París Carlos no esperó a que sonara su nombre a través de la megafonía para pisar la tierra batida de la pista Philippe Chatrier, una clara muestra de las ansias que tenía por comenzar a jugar un encuentro en el que empezó sirviendo Djokovic para llevarse el saque aprovechando cuatro fallos no forzados de Alcaraz.
El de El Palmar sacó su derecha a pasear para igualar a uno pero, con 1-2, cedió su servicio y se le complicó el set más aún cuando, fallando mucho más que de costumbre, se vio 1-4 abajo.
Buscó la reacción de inmediato y tuvo hasta tres bolas de break para el 3-4, las cuales no aprovechó en un juego que duró más de 14 minutos. Djokovic, más atinado y mejor en la toma de decisiones, dispuso de una bola de set al resto, pero Carlos salvó su juego y se puso a esperar la llegada de la pelota en busca de esa ruptura que le permitiera seguir peleando por llevarse esa primera manga. Para ello tuvo otra opción pero tampoco la hizo buena y después de 56 minutos el balcánico se anotó un set que dominó.
El segundo lo empezó mejor el español, que logró sacar adelante su servicio en blanco, pero al resto continuó errando demasiado. A base de grandes puntos, como el que llegó a aplaudir Djokovic, el pupilo de Juan Carlos Ferrero sí llevó la iniciativa en este parcial (1-0, 2-1, 3-2 y 4-3).
Novak, no obstante, se mantuvo firme para igualar hasta tres veces seguidas. Tras el 3-3 unas molestias en el antebrazo derecho que requirieron atención médica pudieron lastrar al de Belgrado y CA aprovechó la coyuntura para en su segunda opción de break y la sexta en el encuentro por fin conseguir su propósito.
El palmareño servía para ganar el set pero no se mostró resolutivo y Djokovic se lo hizo pagar colocando el 5-4. Era un momento delicado y parecía que Carlos lo iba a solventar bien. De hecho, se puso 0-40 pero se lio de mala manera y su rival, con cinco puntos seguidos bajo mucha presión, acabó igualando a 5.
Sacando a 219 kilómetros por hora CA mantuvo la delantera, aunque para ello debió levantar otra pelota de ruptura. De nuevo al resto y con la posibilidad de igualar el choque volvió a tener un 0-40 y en esta ocasión no falló. Juego en blanco y rearme anímico para lo que todavía quedaba por delante después de 1 hora y 14 minutos más de intensísima batalla.
La igualdad, como cabía esperar, siguió siendo la nota predominante y con un juego para cada uno fue Carlos Alcaraz el que sintió calambres en la pierna derecha. Al ser atendido por esa incidencia cuando no había cambio de pista el reglamento contempla que los puntos del siguiente juego pasasen a ser para el contrario, con lo que Djokovic, sin más, pasó a servir con 1-2 a su favor.
Con una visible cojera y problemas para correr tras la bola, el todavía número 1 del mundo aguantó sobre la pista aunque sin opciones reales de pelear de tú a tú contra Djokovic. El 1-6 con el que concluyó el set después de 35 minutos fue el fiel reflejo de en lo que se había convertido esta semifinal que prometía grandes emociones y las estaba proporcionando hasta que Carlos se vio lastimado.
Carlos se fue al vestuario, donde siguió siendo atendido, y a su regreso el público coreó su nombre. Se le vio algo recompuesto, pero ni mucho menos bien y los 15.000 espectadores que llenaban las gradas de la Chatrier asistieron con frialdad a lo que estaba ocurriendo y hasta abucheando la celebración de los puestos por parte del de Belgrado.
En una jornada festiva para los murcianos, en la que se conmemoraba el Día de la Región y en el que uno de sus grandes referentes, el mayor en el plano deportivo, encaraba una cita tan especial, el sentimiento por lo ocurrido en la capital francesa fue de tristeza.
Otro 1-6, éste en 36 minutos, incluso con Carlitos dejando algunos puntazos propios de su clase incluso estando tan lastrado, dio por finalizado un choque en el que la estadística se vio condicionada por los acontecimientos: 100-128 en puntos ganados a favor de Djokovic, aunque el que se fue más ovacionado de la cancha fue su mermado rival.