CARTAGENA (EFE). Su jubilación se había retrasado hasta 2023, pero ha sido ya inevitable que llegara el adiós. El submarino Tramontana ha sido dado de baja este viernes, tras casi 40 años de servicio, en un acto castrense en la fosa de la Base de Submarinos del Arsenal de Cartagena. Ha navegado un total de 315.144 millas náuticas, de las cuales 218.384 millas se han realizado en inmersión. El acto ha estado presidido por almirante jefe del Arsenal de Cartagena, vicealmirante Pedro Luis de la Puente García-Ganges, al que han asistido antiguos comandantes y dotaciones del submarino.
El Tramontana es el cuarto submarino español de la clase ‘Galerna’ (S-70) y fue construido en los astilleros de la Empresa Nacional Bazán en Cartagena. Su puesta a flote se efectuó el 30 de noviembre de 1984 siendo ministro de Defensa Narcís Serra. Efectuó su primera inmersión al mando del capitán de corbeta Germán Medina Sánchez, el 5 de julio de 1985 y fue entregado a la Armada el 30 de diciembre del mismo año.
El submarino ha participado en múltiples operaciones y ejercicios, nacionales e internacionales, como el haber participado en la resolución de la crisis de la isla de Perejil en el año 2002, o el lanzamiento de un torpedo de combate hundiendo un buque de superficie durante unos ejercicios navales en 2004.
En el año 2011 fue una de las unidades que se envió al conflicto de Libia, colaborando en la denominada operación ‘Unified Protector’. En el ámbito OTAN el ‘Tramontana’ ha sido destacado en varias ocasiones para participar en las operaciones ‘Active Endeavour’, y ‘Sea Guardian’, en la lucha contra el terrorismo. En el ámbito de la Unión Europea ha participado en varias ocasiones en la operación ‘Sophia’.
Durante los años 2014 y 2017 se sometió a su cuarta "gran carena", una profunda revisión de componentes y equipos por parte de la empresa Navantia y empresas auxiliares, tras la que volvió a estar operativo a disposición de la Armada en mayo de 2017 hasta este viernes, fecha del fin de su vida útil.
Los submarinos son unidades que cuentan con una "gran capacidad ofensiva, versatilidad y discreción", y poseen la ventaja de operar de forma encubierta durante largos períodos de tiempo. Estas características les hacen ser especialmente útiles en la misión genérica de "disuasión y defensa", según han indicado fuentes de la Armada.