Fotos: MMO
MURCIA. Carlos Alcaraz Garfia se ha impuesto a Rafa Nadal para acceder a las semifinales del Mutua Madrid Open y el duelo entre los dos mejores jugadores españoles del momento -en el caso del mallorquín también de la historia- se lo ha ha llevado el alumno frente al maestro. El 6-2, 1-6 y 6-3 en 2 horas y 29 minutos de encuentro permite al murciano enfrentarse al serbio Novak Djokovic en busca de un billete en la final de este Masters 1.000, el campeonato de tenis más importante que se celebra en España.
Dos auténticos colosos frente a frente en un enfrentamiento al que llegaban lanzados: 25 victorias en 28 partidos para el murciano y 22 en 23 para el balear en este 2022, en el que cada jugador ya ha ganado tres títulos.
El chaval, de 19 años cumplidos este jueves y que el lunes aparecerá seguramente como séptimo tenista del mundo, si no más arriba, buscaba ganar al veterano, de 35 y cuarto en el ranking ATP. Y ganó el más joven, que no piensa detenerse en la Caja Mágica y este sábado, en torno a las cuatro de la tarde, se enfrentará al número 1, un Djokovic que venció en cuartos al polaco Hubert Hurkacz por 6-3 y 6-4.
Con muchos VIP y hasta el rey Felipe VI en la grada y alguna pancarta típicamente de la tierra -"Carlitos, vamos, pijo"-, Alcaraz comenzó apretando y a las primeras de cambio le rompió el saque a Nadal en lo que fue una clara declaración de intenciones.
El balear, no obstante, replicó con otra ruptura y eso a pesar de que Carlitos llegó a sacar a 227 kilómetros por hora.
Pese a ceder su servicio con una doble falta, el de El Palmar no se descentró y se anotó su segundo "break" consecutivo y el tercero que se daba en el partido.
El mismo Alcaraz fue el primero en sacar adelante su servicio y con ello se situó 3-1. El pupilo de Juan Carlos Ferrero llevó la iniciativa en el marcador y en el juego ante un Nadal que resistía como podía, pero éste cedió otra vez su servicio ante el empuje del que estaba en el otro lado de la pista. Así, el palmareño cerró el set con un claro 6-2 en 46 minutos.
Alcaraz, con más ritmo que un Nadal que venía de estar varias semanas parado por lesión y reaparecía en este torneo, tomaba ventaja.
El público, volcado con ambos jugadores desde el comienzo, detectó el evidente momento de bajón del manacorí y le prestó su ánimo. Rafa lo agradeció y respondió apuntándose el primer juego del segundo set y llegando a mandar en el siguiente, al resto, por 0-40. Sin embargo, Carlos respondió con cinco puntos seguidos hasta el 1-1.
Sacar fue sinónimo de ganar el juego en esta manga y Nadal logró el 2-1 con un punto en el que Alcaraz se torció el tobillo derecho y cayó al suelo.
El de El Palmar fue tratado y volvió a la pista con un fuerte vendaje y además con dolor en la mano derecha y lo cierto es que lo ocurrido descentró a un jugador que hasta ese momento parecía tener controlada la situación.
Nadal, un depredador, olió la sangre y se apuntó el siguiente servicio de su rival en blanco.
Un golpe de calor que sufrió una persona en la grada y la pertinente atención sanitaria mantuvo el choque interrumpido durante un cuarto de hora y el parón no cambió la tendencia en este parcial. El ganador de 21 títulos de Grand Slam siguió a lo suyo y se anotó la manga con un rotundo 6-1 en 53 minutos y con la sensación de que Alcaraz, a quien se le veía incómodo en la pista por la evidente merma física, tendría difícil recuperarse. Eso parecía.
Tras unos instantes en el vestuario y cambiándose la camiseta por otra limpia -tiró de una blanca en lugar de la verde que venía luciendo-, "La Roca" recuperó sensaciones y también la confianza para mandar con el 1-0 y con el 2-1.
Esa solvencia con la que que se le llegó a ver al murciano apareció de nuevo y le rompió el saque al de Manacor en blanco para ponerse a servir con el 3-1. Era un juego clave y Carlitos lo afrontó como un veterano, sabiendo sufrir y rematando cuando tuvo ocasión.
Aunque Rafa es Rafa y, ganando su servicio en blanco, continuó apretando (4-2), el de Murcia no perdió la concentración y logró el 5-2 cediendo sólo un punto y con la suerte de que el toque que le daba el juego dio en la cinta de la red y cayó en la otra parte de la pista.
El balear volvió a salir airoso echando la bola al aire y así estrechó el tanteo, pero con 5-3 Charly hizo magia. Un par de dejadas ya patentadas le dejaron a un punto del triunfo y lo cerró con maestría con un golpe paralelo al alcance de pocos.
Tras 47 minutos más la victoria era suya en un choque con alternancias y en el que sumó 73 puntos, dos más que su oponente. Ahora le espera Djokovic y la final asoma en el horizonte.