MURCIA. Un murciano que vivió en Caracas en los sesenta es el responsable del nombre del restaurante Venezuela, que lleva la friolera de 60 años dando de comer, y muy bien, a orillas del Mar Menor, en la localidad de Lo Pagán. "Yo siempre digo que es porque mi primera novia era de Venezuela", cuenta entre risas José Antonio Giménez, dueño y 3ª generación de este negocio familiar ("que ya va por la 4ª generación", apunta). "La lonja de pescado estaba aquí mismo, donde ahora está el salón del restaurante. Mi familia empezó en el bar de esa lonja y en los 70 compramos ese restaurante y mantuvimos el nombre", cuenta tras haber despachado con el pescatero unos minutos antes.
Y es que si por algo es conocido el Venezuela es por sus mariscos y pescados frescos. Y si hay algo que un comensal sabe con certeza cuando acude al Venezuela es que va a comer de forma espléndida. Después de ofrecer durante seis décadas lo mejor de la dieta mediterránea, su nombre es sinónimo de buena gastronomía y de producto fresco y de calidad con un especial protagonismo de los frutos del mar. Langostinos, doradas, lenguados, quisquillas, gamba roja, boquerones, crancas... Sin olvidar los arroces marineros melosos y en su punto y el tradicional caldero del Mar Menor.
Giménez asegura que el caldero es, sin duda, el plato estrella de este emblemático lugar y "los arroces y el marisco, nuestra especialidad. Pero lo más importante es la calidad y ser honrado", subraya. "Eso es lo que la gente viene buscando y por lo que vuelven", asegura.
La carta de El Venezuela tiene un 80% de tradicional y un 20% de pinceladas de cocina más novedosa, pero la apuesta es por los productos de temporada, "siempre que podemos, del Mar Menor", afirma. Y subraya que el sabor de la laguna salada se nota en todos sus productos porque al tener un índice de sal superior al del Mar Mediterráneo, el pescado tiene un sabor especial y característico, y sus dimensiones, al ser tan limitadas, provocan que no haya grandes migraciones ni el pescado tenga que luchar contra fuertes temporales. Eso contribuye a que sea capaz de hacer un gran acopio de grasa y tenga más sabor.
Otra de las claves del buen 'producto marinero' ofrecido por el restaurante es adquirir su materia prima en las mejores localizaciones de toda España, consiguiendo por tanto productos frescos de primera calidad con los que, además, elaboran una pequeña carta con lo mejor de cada estación. Por eso han conseguido mantener una línea ascendente y que la gente vuelva y llene sus salones durante todo el año. "Nuestra idea ha sido dar servicio al cliente con lo mejor y ser honrados. Después de 60 años, es la formula para mantener un negocio".
A este afamado restaurante, cuya proyección traspasa las fronteras regionales, han acudido personas destacables de todos los ámbitos. En la entrada se despliega una sucesión de imágenes que han inmortalizado las visitas más célebres: Felipe VI, Woody Allen, Rafael Correa (presidente de Ecuador), Butrageño, Luis Enrique, Carlos Sainz o Arturo Pérez Reverte.
El mar está presente en todos los detalles de este establecimiento que tiene una decoración marinera y entrañable, que persigue llevar al comensal en un idílico viaje gastronómico.
Cuenta con una plantilla que lleva muchos años a su servicio, con trabajadores "que se han jubilado después de 50 años con nosotros, gente de la vieja escuela que sabe como atender al cliente. Eso es muy importante", explica Giménez.
Disponen de un amplio salón de celebraciones y capacidad para más de 350 comensales, en unas instalaciones con una envidiable ubicación con vistas al puerto deportivo de Lo Pagán y al Mar Menor. "Este sitio es un privilegio", asegura.