Fotos: RM
MURCIA. Frustración, esa que tantas veces acompaña a la afición del Real Murcia cuando se junta en masa para apoyar a su equipo. Un total de 22.315 aficionados se dieron cita en el estadio Enrique Roca, que presentó la mejor entrada de la temporada, y el resultado fue el de casi siempre en ocasiones como esta. Los granas perdieron por 0-1 ante el Club de Fútbol Intercity de Alicante y se quedan a seis puntos de la zona de promoción de ascenso a LaLiga Hyeprmotion cuando haber ganado le hubiera hecho situarse a sólo tres del Recreativo de Huelva, que, como quinto clasificado, marca esa línea.
El equipo entrenado por Pablo Alfaro, quien por cierto vio el partido desde la grada al estar sancionado por su expulsión en Alcoy -Antonio Alcázar, ayudante del zaragozano, ocupó su sitio en el banquillo-, encajó gol muy pronto y luego no encontró la forma de al menos nivelar la contienda. Es lo habitual con el estadio poblado y algo que parece casi una maldición.
Los de la capital del Segura, que retroceden cuatro posiciones y ahora son décimos con 34 puntos tras 24 jornadas en el grupo 2 de la Primera RFEF, pierden la condición de invictos que tenían en este año 2024, en el que llevaban tres triunfos, el último por 2-3 el sábado de la pasada semana en el campo del Club Deportivo Alcoyano, y tres empates... Hasta este domingo.
Alfaro repitió once por primera desde que llegó al banquillo murcianista. La principal novedad fue la suplencia de Pedro León, quien, aun sin estar al 100%, fue relegado por Martin Svidersky. El portero Manu García volvió a no entrar en la convocatoria debido a sus problemas físicos en el sóleo y José Ángel Carrillo estuvo en la punta del ataque por tercer encuentro consecutivo.
Si ya de por sí al Murcia se le suelen atragantar los partidos con mucha expectación en casa, o lo que es lo mismo, citas con mucho más aforo del habitual, el gol tempranero de Emilio Nsue despertó ya mucha inquietud, tanto en la grada como en el césped. Además fue un tanto casi cómico: centro de Ceberio, remate del ecuatoguineano en semifallo y el balón, tras tocar en el poste, acabó introduciéndose en la portería local.
El tanto del Intercity atontó al conjunto murcianista, que se mostraba aún más endeble, impreciso y desconocido que al comienzo. Primero Burlamaqui probó desde lejos, un disparo sencillo que fue atrapado fácilmente por Cassaro; y en la jugada posterior un centro de Aarón Piñán a Soldevilla volvió a meter el miedo en el cuerpo a un público que observaba la indolencia de los suyos ante un serio rival.
La jugada más peligrosa de los locales en la primera parte surgió de una combinación entre Loren Burón, José Ruiz y Svidersky, que el eslovaco culmino con un chut desde la frontal del área que se marchó demasiado cruzado. Carrillo, de chilena, también lo intentó pero su remate estuvo lejos de significar una ocasión de peligro.
Tras el descanso el encuentro bajó de intensidad y no sucedió prácticamente nada durante los primeros quince minutos de la segunda mitad: el Intercity esperaba cómodo atrás y las posesiones del Real Murcia eran inútiles o inoperantes. Con este panorama, Alfaro decidió mover ficha introduciendo a Amin Abaradan por Svidersky y a Enol Coto por José Ruiz.
La dinámica no cambió en exceso ya que los granas apenas encontraban huecos en ataque y, cada vez que podían progresar, los futbolistas del cuadro visitante no dudaban en parar las acciones con faltas tácticas que enturbiaban el ritmo del partido.
No sólo es que los de casa apenas inquietaran a los de Alejandro Sandroni sino que estos pudieron sentenciar con dos contras en las que Gianni Cassaro se vistió de protagonista inesperado. En la primera de ellas un pie salvador del catalán arruinó el intento de Moha Traoré y ya en el descuento, el propio Traoré, cedió un balón perfecto para Xemi Fernández, quien a bocajarro se encontró con un paradón tremendo del guardameta murcianista.
Carrillo, a pase Andrés Carmona, tuvo el empate en un disparo forzado que se estrelló en un defensor contrario. Sin embargo, la oportunidad del Murcia más clara en toda la tarde fue consecuencia de una gran acción individual de Amin que cedió el esférico a Dani Vega y el tiro del ex del Alcoyano se marchó por encima de la portería después de tocar en la espalda de un rival.
Con la sensación de que el Real Murcia desperdició casi sesenta minutos de partido acabó un duelo que deja bastante tocado a los locales, no tanto por la derrota en sí sino más bien por la deplorable imagen que ofreció ante los más de 23.000 aficionados que se congregaron en el Enrique Roca y que con la ilusión con la que llegaron vieron como su Murcia les volvía a fallar cuando parecía que el rumbo del equipo había cambiado. Y no hay nada más duro que la realidad de asumir que quizá el conjunto grana no da más de sí.
En la próxima jornada el conjunto de Pablo Alfaro visitará al Real Madrid Castilla, cuadro que lleva una victoria en todo 2024, el que logró en el primer partido del año. Además, acumula tres derrotas consecutivas.
Ficha técnica:
Real Murcia, 0: Gianni Cassaro; José Ruiz (Enol Coto, m.61), Marcos Mauro (Rofino, m.82), Alberto González, Marc Baró; Sabit, Svidersky (Amin, m.61), Isi Gómez; Loren Burón (Mariano Carmona, m.82), Dani Vega y Carrillo.
Club de Fútbol Intercity, 1: Gaizka Campos; Guillem Jaime, Vadik, Álvaro Pérez, Leo Vazquez (Xemi Fernández, m.66); Undabarrena, Cebeiro (Bellotti, m.85), Aarón Piñán (Pol Roige, m.46), Soldevila (Moha Traoré, m.77); Burlamaqui (Cristo Romero, m.66) y Emilio Nsue.
Gol: 0-1. M.8: Emilio Nsue.
Árbitro: Pol Gòdia Solé, del comité catalán. Mostró la tarjeta amarilla a los locales Marc Baró, Amin y Sabit y a los visitantes Burlamaqui y Xemi Fernández.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo cuarta jornada de la Liga en el grupo 2 de la Primera RFEF de fútbol que se disputó en el estadio Enrique Roca de Murcia ante 22.315, la mejor entrada de la temporada en el recinto murciano.