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La búsqueda  'A través del bosque' de Karine Boulanger: la artista parisina expone en La Aurora

5/12/2021 - 

MURCIA. El árbol genealógico -y la trayectoria vital- de la artista Karine Boulanger está poblado por la influencia de distintas culturas. Nacida en la capital libanesa de Beirut en 1963, de padre francés y madre boliviana, criada en París y residente en Sidney, la pintora ha inaugurado exposición en la galería murciana La Aurora, donde se puede contemplar la interesante obra, cargada de referencias y simbolimo, de su serie 'A través del bosque'.

Ligereza, libertad y movilidad es lo que transmiten las pinturas de bosques de Boulanger, donde esta artista 'trotamundos', en constante desarrollo y búsqueda, reivindica la indivualidad dentro del conjunto.

"Mis primeros recuerdos son de estar sentada en nuestro apartamento junto a mi madre, con un lápiz o un pincel en la mano", recuerda la artista criada en París, una infancia en la que el arte jugó un papel central en su educación. Cuando ella tenía nueve años, su padre abrió una galería de arte en el distrito de Marais, una época en la que ella recuerda "visitar a artistas en sus talleres e ir con mi padre a museos e inauguraciones de galerías".

Pero no fue hasta los 23 años, tras visitar una exposición del pintor nicaragüense Armando Morales en París, cuando se decidió a dedicarse a la pintura. Así que se mudó a Bolivia para descubrir sus raíces y para ser aprendiz en el taller del pintor Gonzalo Rodríguez, en La Paz. Al regresar un año después a París, fue admitida en el taller de Leonardo Cremonini en la École Nationale Supérieure des Beaux Arts.

Esta doble influencia del 'realismo mágico' latinoamericano y el clasicismo europeo marcaría su obra desde sus primeras exposiciones, en Francia, Bolivia y Estados Unidos a partir de 1992. Tras un encuentro casual con una exposición de arte bizantino en Nueva York, se apasionó por la luminosidad de este estilo de pintura, comenzando a introducir la hoja de cobre y aluminio como una evocación del espacio y como una metáfora de la búsqueda de la iluminación interior. "La luz emana del lienzo, la obra se convierte en una búsqueda de lo esencial", explicaría.

Al mudarse en 2010 a Australia, su trabajo experimentó una evolución como reacción a un entorno radicalmente nuevo y desconocido."Sin planificarlo, el espacio volvió a cobrar importancia en mis pinturas. También ha reaparecido el color, respuesta necesaria a este paisaje, bañado de luz ", señaló entonces.

El arte de Karine Boulanger, como su vida, es un proceso de constante evolución, donde permanecen las huellas de lo anterior, del realismo mágico, Bizancio y el clasicismo europeo, mitigados por una nueva luminosidad luminosidad y una paleta de colores robusta. 

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