proyectos de conservación

La huerta de Murcia también reflota parte de su patrimonio: de las Salinas Reales al Molino Grande

25/03/2022 - 

MURCIA. Casas torres, molinos, chimeneas, aljibes o norias forman parte del catálogo del patrimonio histórico, etnográfico, paisajístico y cultural de la huerta de Murcia. Pese a que hay mucho patrimonio en claro peligro de desaparición y la prueba es la cantidad de edificaciones con solera que están en la lista roja de Hispania Nostra, también hay muchas que están protegidas o que lo estarán.

El último que tendrá un plan especial es el Molino Grande de Puebla de Soto, que será expropiado por el Ayuntamiento para garantizar su protección. La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Murcia aprobaba este jueves el proyecto de expropiación, con un presupuesto de 29.000 euros, y que afecta a una superficie de 137,55 metros cuadrados. La intención es "acometer obras de mantenimiento y de rehabilitación del inmueble".

El Molino Grande de Puebla de Soto, también conocido como Molino de Abades, del Obispo o Molino Caballero, es una edificación con una antigüedad superior a cien años, que se encuentra con el máximo grado de protección que recoge el Plan General (Grado I).

Además, hace unos meses el Catálogo de protección del Plan General de Ordenación Urbana de Murcia incluyó  diez nuevos elementos patrimoniales con valor histórico, cultural y social. Se trata del monolito de mármol negro de las Puertas de Castilla, ubicado en el cruce de las calles Las Norias y San Antón, que data del reinado de Carlos IV.

Otros de los elementos incluidos son el molino y la acequia de Alfatego, en El Puntal, que comenzó a construirse en 1839; el acueducto canal de Torres y su entorno, en San Ginés (siglo XVIII), y el acueducto de Los Felices (1652), en Javalí Viejo.

Engrosan también el patrimonio protegido de Murcia las Salinas Reales de Sangonera la Seca, que datan del siglo XIII al XV; la casas-torre del Tío Pay (finales del siglo XIX), en Cobatillas, y el complejo residencial de Espinardo, inaugurado en abril de 1970 y actualmente en desuso.


Por último se han incorporado al catálogo el edificio Escuelas Nuevas de El Palmar, del año 1974; el conjunto monumental del molino del Batán y la Torre del Moro, en Monteagudo, y la chimenea industrial de la avenida de Los Jerónimos.

Monumentos rehabilitados

La recuperación del Molino del Amor de Murcia para los murcianos fue un ejemplo de cómo darle valor al patrimonio. De titularidad municipal, se encuentra al final del Paseo del Malecón, junto a la Carretera de La Ñora, en los límites entre La Arboleja y La Albatalía y sobre la acequia Mayor de Aljufia.

Se trata de una construcción catalogada y datada en el siglo XVIII aunque, como ocurre en otros casos en la huerta, probablemente se construyera sobre un molino medieval anterior.

Las obras de restauración sacaron a la luz los restos de la fábrica del siglo XVIII,  zonas estanciales y un mirador-escenario sobre el cauce de la Acequia Mayor Aljufía.

El Molino de la Pólvora, ubicado en el paraje de Los Canalaos de Murcia, fue otro de los monumentos recuperados. El Ayuntamiento acondicionó hace dos años este monumento, del que quedaban sus vestigios, diseñando en este entorno una zona de descanso con un mirador ubicado sobre el cauce de la Alcequia Mayor Aljufía –una de las dos acequias mayores que vertebran la red de riego tradicional de la Huerta de Murcia, tomando sus aguas del río Segura–. 


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