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el líder de vox exige "respeto" al pp

Abascal sella en Murcia su palabra ante López Miras: "Pase lo que pase el 23J, Vox no cederá"

20/07/2023 - 

MURCIA. Mientras una descarga de puro heavy metal estaba a punto de sobrecoger el estadio Enrique Roca, separados por apenas unos kilómetros de distancia, otro rayo caía sobre una abarrotada Plaza Cardenal Belluga. Era el trueno de Santiago Abascal. El líder de Vox eligió Murcia para el penúltimo día de la campaña electoral. La Región es su territorio favorito, el fortín que le ha dado la mayor de las alegrías como fue aquella victoria de noviembre de 2019. El mismo feudo en el que Vox, arropado en las urnas por 118.000 murcianos, ha prometido no claudicar ante el PP, que quiere gobernar en solitario pero no puede si nadie le abre la puerta. O Gobierno en coalición o "el PP tendrá que asumir sus consecuencias", confirmó el propio Abascal. Para siempre quedarán las hemerotecas: en pleno corazón de Murcia, prometió que no dará un paso atrás ante "el chantaje" del PP y defenderá "lo mismo pase lo que pase el próximo 23 de julio".

Minutos antes intervinieron los dos rostros principales de Vox en la Región: José Ángel Antelo, el líder regional, y la número uno al Congreso, Lourdes Méndez. Antelo afeó que "Feijóo tiene dos palabras que no dice: Región de Murcia y trasvase". Reivindicó que su partido "entendió" el mensaje del 28 de mayo y extendió de nuevo su mano pese "al veto irracional del PP". E incluso invitó al propio Abascal a su casa: "Santiago, con todo mi cariño, tienes mi casa para después del 23 de julio". Méndez, por su parte, ofreció su particular diagnóstico de "la realidad" al citar ejemplos de empresarios de Yecla que tardan cinco años en abrir una empresa y señoras de Totana que "sufren okupas" en sus hogares. La diputada presumió de que han reabierto debates en el Congreso como la "inmigración desmedida" y cargó contra la utilización "de forma perversa" de la violencia contra las mujeres para "meter sus ideologías". Y terminó refiriéndose a Feijóo -cuyo nombre, sí, fue muy citado en la plaza-: "¿Quién va a traer el agua la Región? ¿Feijóo o Abascal? ¿Quién creeis que defenderá su seguridad? ¿Feijóo o Abascal".

El aclamado Abascal apareció y no tardó ni un segundo en dirigirse a "Fernando", el candidato del PP y actual presidente en funciones, la persona que desde la misma noche electoral decidió no incluir a Vox en su Gobierno y que acumula ya dos votaciones de investidura fallidas. El líder de Vox le invocó en una plaza "con más gente que en la misa huertana", en alusión a la tradicional eucaristía del Bando de la Huerta, que suele concitar a unos 3.000 fieles. La cifra oficial de este jueves se desconoce, pero la plaza lucía repleta, con muchos afines de pie, soportando el calor húmedo, con abanicos al viento y camisas desabrochadas. Abascal, agradecido, presumió de la cálida resistencia de su público frente a los fieles populares que arroparon "a las viejas glorias" -en referencia a José María Aznar- con aire acondicionado, aunque lo cierto es que el PP también sufrió la inclemencia de las elevadas temperaturas.

Fernando —anunció Abascal—, nosotros respetamos a tus electores. Te pedimos que tú nos respetes a nosotros.

De esta forma, Abascal daba su palabra en Murcia de que "pase lo que pase" en las próximas semanas Vox "no regalará el voto" y se mantendrá firme en su exigencia de formar parte del Gobierno regional. Porque, adujo, "a Vox se le respeta" y el "18% de murcianos van a formar parte de la alternativa" o si no, advirtió, López Miras y el PP "tendrán que asumir las consecuencias". Ellos, apostilló, no tienen "ningún miedo a ningún escenario: "A lo único que tememos es a traicionarnos a nosotros mismos y a defraudar a las personas que nos dieron su confianza".

Abascal no está dispuesto a que Vox se haga "invisible en Murcia", como así se podría decir que ha sucedido en la pasada legislatura, ya que desde mediados de 2020 el partido se quedó casi huérfano en la Asamblea Regional, con un único diputado, incapaz de influir en las decisiones del Ejecutivo autonómico, que buscó otras alianzas parlamentarias. Vox no olvida: "Ciudadanos tuvo cuatro consejerías con el 12% y Vox es el saco de todos los palos". Eso, exhortó, "se va a acabar por mucho editorial, tertuliano, encuesta, televisión radio o periódico que se echen encima".

Así de contundente se expresaba sobre la gobernabilidad murciana antes de centrarse en su parte preferida, la crítica al "peor Gobierno de la historia", que para algo es campaña electoral. "El Gobierno de la vergüenza de Europa, que miente y tiene la hoz y el martillo", disparó, con los ecos del debate a tres todavía presentes. "Ellos tenían 16 minutos y yo 8", incidía -en referencia al tándem Pedro Sánchez y Yolanda Díaz-. Censuró las "encuestas manipuladas". En su discurso también puso la diana en el PP, a diferencia del debate, donde no quiso atacar a Feijóo porque no "puede defenderse" por su ausencia. Así, criticó las traiciones de los populares en el pasado, ironizó que Feijóo es una "cajita de sorpresas" que "juega a la ruleta rusa porque no sabes con quién pacta", recriminó la "Agenda 2030 globalista, cuyo pin "llevan Sánchez y los gobernantes del PP", porque, como suele hacer hincapié a menudo, su objetivo no sólo pasa por echar al PSOE, sino "derogar todas su políticas" y para eso "Vox es la única alternativa".

"¡Viva España!", terminaba Abascal ante su entusiasta concurrencia. Suena el himno de España, ondean las banderas rojigualdas mientras en la zona norte de la ciudad otro trueno -ajeno a la política- se adueñaba de Murcia. 

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