Es el momento de las verdaderas reformas, pues necesitamos un cambio de marco institucional.
Están ahí pero no los vemos. Son los chicos raros. Se niegan a ser borregos como los demás. Tiene voz propia, una sensibilidad para observar el mundo con otros ojos. Por eso sufren más, porque nadie los comprende.
Si tiene hijos en edad escolar, échese a temblar. Este curso entra en vigor la ‘ley Celaá’. Despídase de una enseñanza que prime el esfuerzo y el conocimiento. Esto es lo que le espera: la educación como parque temático, el adoctrinamiento en las aulas y el triunfo de los mediocres