CARTAGENA. Nueve meses después del derrumbe provocado por las fuertes lluvias caídas en Cartagena en marzo, un fragmento del Baluarte número 9 de la Muralla de Carlos III vuelve a alzarse, ante la mirada curiosa de las personas que circulan en bicicleta, hacen deporte o, simplemente, pasean por sus proximidades, gracias a las obras de rehabilitación efectuadas por una empresa especializada en la reconstrucción de monumentos que son Bienes de Interés Cultural (BIC) y que fue contratada por el Arsenal de Cartagena.
Para la Armada, esta obra ha supuesto un coste total de 327 mil € (un 7,5% del presupuesto ejecutado por el Arsenal de Cartagena para el mantenimiento de las infraestructuras), y técnico, por ser el Baluarte un monumento histórico catalogado como BIC que precisa de la aprobación de un proyecto de actuación por parte del Ministerio de Cultura y Deporte, en cumplimiento de la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español, y de un seguimiento arqueológico continuo durante todo el proceso de rehabilitación. Paralelamente, el conjunto de actuaciones ha permitido adquirir un mayor conocimiento, desde un punto de vista arqueológico, de la tipología constructiva de los baluartes de la Muralla de Carlos III, según anunció en un comunicado la Armada. En este sentido, durante la ejecución de la obra, se encontraron elementos de los que no se tenía conocimiento de su existencia: arcos de descarga, arcos de arriostramiento interno, atarjeas y restos de otro parapeto.
Por otro lado, y como parte de las actuaciones previstas para la conservación y mantenimiento del Patrimonio Histórico Español asignado a Defensa y, en particular, a la Armada, se ha procedido a la limpieza y cepillado de la parte de la muralla de Carlos IIl que rodea al Arsenal. Sin embargo, algunos actos vandálicos han malogrado esta limpieza.
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