MURCIA (EFE).- Ginés García Millán, el carismático actor lumbrerense que interpreta al millonario y prepotente César Lazcano en la serie de Netflix Quién mató a Sara, no contaba con el lanzamiento al mundo que le ha supuesto este papel de supervillano: “Nunca pensé que esto me podría pasar”, dice entre risas.
Lazcano es un millonario español prepotente y cruel que no tiene miramientos para proteger a la familia de cualquier peligro excepto de él mismo.
Aunque García Millán es uno de los rostros más conocidos de la ficción española, donde ha interpretado papeles muy populares en series como Cuéntame cómo pasó o Isabel, ha sido sin embargo una serie mexicana la que le ha catapultado al mundo.
El murciano es uno de los personajes esenciales de la serie, que llega a su tercera temporada con un final abierto, a pesar de que la segunda entrega diese algunas respuestas. Es de esperar que, en esta última tanda de ocho capítulos, por fin se desvele si Sara está viva o no.
García Millán, que también rodó en México la serie y la película La novia de América, estrena este viernes en España la cinta El comensal, una adaptación de la novela de Gabriela Ybarra sobre el asesinato de su abuelo a manos de ETA, que supone la vuelta al cine de Ángeles González-Sinde. Además, se incorpora a la serie La novia gitana.
Su personaje, César Lazcano es probablemente el que más evolucionó en la serie, de auténtico villano a villano arrepentido. ¿Qué César vamos a ver en el desenlace?
Eso es lo interesante de los villanos (ríe), que parezca el más malo de todos, pero que en el fondo tiene su corazón y su dolor. Es muy divertido y a la vez muy complejo hacer este tipo de papeles, y es verdad que ha habido una evolución a lo largo de la serie, de ser una persona cruel, despiadada y egoísta, cosa que lo hace todavía más interesante, veremos si ahora saca su lado frágil y vulnerable.
Debe tener cara de villano, porque siempre le dan este tipo de papeles
Se me debe dar muy bien (vuelve a reír). Todos mis villanos, como Bernardo de Herederos o Juan Pacheco de Isabel, siempre tienen un punto débil que por algún lado les hace más humanos.
Este papel es justo lo contrario del que interpreta en El Comensal, donde es un padre de familia, callado y serio
Sí, es cierto, ambos papeles son muy distintos y tienen sus complejidades. De El Comensal estoy muy orgulloso de formar parte del elenco, porque es una historia maravillosa. Me gustó mucho la novela de Gabriela Ybarra, y hacer de su padre ha sido todo un viaje precioso.
Es un personaje muy interesante que vive el secuestro y el asesinato de su padre a manos de unos etarras y, de repente, pasa de ser el hijo mayor a llevar las riendas de su familia. Todo eso forja la responsabilidad y la personalidad de Fernando, mi papel. Estoy deseando que el público pueda ver ya la cinta, les va a emocionar.
Volviendo a la serie, ¿en algún momento pensó el éxito que ha alcanzado? Arrancó con modestia y ha llegado a la tercera temporada con más de 55 millones de personas enganchadas.
No, ni yo ni nadie se esperaba este éxito, ha sido toda una locura (ríe). Pero es verdad que engancha, porque a mi cuando me llegaron los guiones de la primera temporada, ya quería saber qué pasaba en la segunda, y todavía no habíamos empezado a rodar. Me parece un thriller que está muy bien hecho.