MURCIA. Se llama Alberto García Marqués, aunque este dato quizá no les diga (aún) mucho. Pero si son de Puerto Lumbreras y se concreta que es nieto de Pedrín el del Tengo, la cosa se irá aclarando. Y ya si se añade que se trata del hijo del actor lumbrerense Ginés García Millán casi que sobran las presentaciones. La pasión por el cine, por lo tanto, le viene de familia, aunque Alberto ha preferido ponerse detrás de la cámara en la que es su ópera prima, el documental El Salas, en el que narra la historia del emblemático hotel de Puerto Lumbreras con este nombre que, regentado por su familia hasta 2008, fue epicentro de la vida social del pueblo, lugar de encuentro y de celebraciones familiares. Lo que empezó como un corto ha terminado convirtiéndose en un emotivo largometraje, lleno de historias y recuerdos, se ha estrenado en la Filmoteca Regional, dentro de la Sección Oficial Panorama IBAFF Murcia.
Recuerda Alberto García que llevar a cabo este proyecto audiovisual sobre el hotel de la familia, ahora mismo abandonado en pleno centro del pueblo, era una idea que había hablado en numerosas ocasiones con su padre -que, cómo no podía ser de otra forma, también aparece en el documental-, "pensando sobre todo en mis abuelos", Pedrín y Josefa, que son los auténticos protagonistas de la cinta. Así que cuando decidió abordarlo como proyecto de fin de carrera (ha estudiado Comunicación Audiovisual), cuenta que se dejó llevar por cómo iban sucediéndose las entrevistas, los testimonios, los recuerdos... que familiares, trabajadores del hotel y vecinos iban aportando con generosidad y cariño.
Una cuestión a destacar es que El Salas se ha rodado en el propio hotel abandonado -las imágenes actuales sirven de contraste con aquellas de archivo en las que aparece lleno de vida-; y en la casa de los abuelos, que está justamente enfrente. "Mi abuelo ve todos los días desde su ventana el hotel con mucha pena", asegura el joven cineasta, quien también se crio en el entrañable establecimiento donde gran parte de los lumbrerenses han celebrado fiestas, bodas, bautizos o nocheviejas. "Puerto Lumbreras no tiene una plaza del pueblo como tal y el hotel ocupó de alguna forma ese papel", señala el director.
Alberto García considera que las entrevistas y testimonios que aparecen en el documental resultan muy cercanos y atraviesan la cámara, ya que cuando su abuela o sus amigas charlaban con él, por ejemplo, no le hablaban a la cámara sino directamente al nieto o al chaval que conocen de toda la vida. "Es como si le estuvieran hablando al espectador", asegura.
Son muchas las historias con el hotel como protagonista que se cuentan en el filme. El director recuerda, en este sentido, que ha recuperado imágenes del establecimiento utilizado como hospital tras la riada del 73, que tuvo efectos devastadores en Lorca y Puerto Lumbreras. Otros testimonios se remontan a cuando el Salas albergaba a los especialistas de cine que actuaban en la Semana Santa de Lorca -a veces era tal el nivel de ocupación que sus abuelos se llevaban a su propia casa a algunos de los huéspedes- o a cuando llegaban autobuses llenos de daneses al pueblo. El propio Ginés García Millán rememora los años en los que tanto él como sus hermanos, muy jóvenes, debían hacer guardia de noche para velar por la seguridad del hotel.
Alberto García Marqués se muestra muy satisfecho con el resultado de su primera incursión en el cine como director de este documental -asegura que lo de ponerse delante de las cámaras no va con él; de hecho, no aparece en ningún momento en el filme-, que hasta que se estrene en el IBAFF sólo ha visto la familia en un pase privado. Considera, en este sentido, que "fue una gran alegría" que la película fuese seleccionada para participar en el festival murciano. Un prometedor comienzo para el joven lumbrerense que puede que, algún día, dirija a un actor con tanto prestigio como es su padre, el malísimo de Quién mató a Sara. Él se ríe. "Bueno, ya veremos", dice.