El consejero de Empleo, Miguel Motas. Fotografías: JUANCHI LÓPEZMURCIA. No es habitual que un consejero de Empleo admita en una entrevista que tiene a dos personas de su círculo más cercano en paro. Miguel Motas, doctor en Veterinaria, profesor de Toxicología e investigador antártico, consejero de Empleo, Investigación y Universidades de Ciudadanos, que lleva apenas seis meses en su primer cargo político, lo señala con la naturalidad del que quiere mostrar que no vive en una burbuja ni está al margen de los problemas reales del común de la población.
Reconoce, con la misma sinceridad, que no ha sido fácil pasar del ámbito universitario al político y que incluso ha sentido miedo. La primera vez, tras la Dana de septiembre y el episodio que obligó a dimitir al director general de Emergencias. "Los primeros meses no ha habido una semana sin un momento de crisis. Tenía mi vida social y la paralicé. Era un escenario tan hostil que no salía de mi casa. Yo soy nuevo y estaba asustado", explica.
La segunda, tras el cambio de postura de Ciudadanos sobre la Ley del Mar Menor para convertirla en proyecto de ley. "Somos algo más que compañeros (los consejeros) y hemos pasado momentos durísimos. Sé que han trabajado duro en ese decreto y yo sentía cierta inquietud por ver cómo responderían. Pero las relaciones son buenas", asegura.
Le preocupa la coyuntura económica, porque "vemos al monstruo venir y eso puede desequilibrar el sistema", y defiende que este "no es el momento adecuado para la subida del salario mínimo y la reforma laboral".
- El año 2019 ha finalizado con menos de 100.000 desempleados en la Región, una cifra que no se alcanzaba desde hace una década. ¿Qué previsión tiene para 2020?
- No auguran buenos momentos. Se nota una ralentización en la economía. Es verdad que tenemos cierto colchón en la Región de Murcia pero prefiero ponerme en un escenario feo. Desde el Sef vamos a poner en ejecución medidas para intentar prevenir. El Gobierno nacional que se ha configurado tampoco nos da unas previsiones halagüeñas. Ojalá nos equivoquemos.
- A pesar de los buenos datos, ¿está preocupado por los posibles efectos de esa desaceleración?
- Debemos extremar las medidas. Murcia destaca porque hay una capacidad emprendedora impresionante que en otros sitios no existe. Y también somos líderes en economía social, que es la que mejor se comporta en empleo respecto a las crisis. Eso ayuda. Murcia siempre va a tener una cierta ventaja competitiva respecto a otras regiones pero las previsiones de la ralentización económica nos van a impedir seguir dando buenos datos de paro.
- ¿Qué medidas son esas?
- Apostamos mucho por la formación. Es imprescindible. Una persona bien formada aumenta exponencialmente sus posibilidades de empleo. Tenemos la sección de Sef Empresas y la estamos profesionalizando y dotando de medios para que disminuya radicalmente la distancia entre la empresa y el posible empleado. También fomentamos la formación en tecnologías de la información (TIC) y en idiomas, entre otras competencias. Y estamos viendo posibilidades para facilitar la búsqueda de empleo.
- ¿Algún plan para combatir el alto paro femenino que hay en la Región? Las cifras demuestran que se ceba especialmente con las mujeres.
- Aunque también conocimos hace poco un dato de que tenemos la mejor cifra de paro femenino desde 2008. Vamos por la buena senda pero no es suficiente. Tenemos dos direcciones generales trabajando en esto y una estrategia importante de brecha salarial, en la que estamos incidiendo en que mejore el empleo de las mujeres, que sea de calidad y se vigile mucho esa brecha salarial a través de la inspección de trabajo.
- En la actualidad hay una brecha en cuanto a desempleo entre hombres y mujeres en la Región del 4,5%. ¿Desaparecerá?
- Mi objetivo es que ocurra mientras que esté yo aquí. Estamos actuando, poniendo planes de igualdad y fomentando la contratación. Y que aquellas que estén con un contrato temporal pasen a ser indefinidas. Esperamos que todas las medidas tengan sus frutos.
- Hay otro tema que afecta a la Región, los sueldos, entre los más bajos de España. ¿Cómo le van a dar la vuelta a esta situación?
- Buscamos el empleo de calidad y estable, que es donde más podemos incidir. En el tema del salario es más complicado porque al final son las empresas las que lo fijan. Estamos en continuo contacto con los sindicatos, con la patronal, pero nuestras herramientas están limitadas.
- ¿La subida del salario mínimo ayudará en ese sentido?
- Es una medida bastante controvertida. Pensamos que no es el momento teniendo en cuenta que se avecina una crisis. Creo que es una medida bastante populista. En el escenario que estamos debemos tener en cuenta las consecuencias de las decisiones que tomamos. Si soy un empresario, voy a tener una ralentización económica, menos ingresos y tengo que pagar más en salarios, pues al final tendré que echar gente y aumentar el desempleo. Hay que hacer cirugía fina y tener cuidado para no desencadenar aquello que no quieres.
- ¿Y si la coyuntura económica fuera buena?
- Veo bien subir el salario mínimo. Es fundamental. Nadie me tiene que contar la realidad social que nos rodea: mi mujer está en paro y mi hermano también. Mi mujer, además, está embarazada y sabemos que es una situación complicada para encontrar empleo. Soy consciente de las dificultades que hay y creo que es bueno que se suba el sueldo a los funcionarios, que se aumente el salario mínimo y que todo el mundo tenga más posibilidades. Pero nos preocupa mucho en este momento, en el que vemos al monstruo venir, que eso pueda desequilibrar el sistema.
- Y la reforma laboral, ¿cree que es necesario revisarla al menos en algunos de los puntos más polémicos?
- Pienso lo mismo. Hay que esperar. No es el momento. Vamos a ver si viene o no viene esa crisis. No sé si soy excesivamente precavido, pero es lo que pienso sinceramente. El salario mínimo y la reforma laboral… Es bueno si sale bien pero estamos asumiendo un riesgo.
- Usted viene del ámbito universitario, ¿qué prioridades ve para este 2020?
- Lo prioritario es abordar el plan plurianual de financiación. Llegamos a un sistema que se aprobaba en diciembre cuando ya se había ejecutado y no puede ser. Hay que darle seriedad y claridad al sistema. Ahora en febrero empezamos y se va a aprobar para este año con indicadores reales. No se puede actuar a hechos consumados. Debe ser al revés.
- Entonces, ¿les va a pedir a las universidades que presenten un plan previo?
- Exacto. Y además tenemos una variable, que es el contrato programa, que lo queremos incrementar. Antes era muy poco, un 6%, y lo vamos a subir dos puntos porcentuales al año, al 8 y al 10%, para que cada vez tengan más dinero. Es la manera de incentivar a las universidades en lo que queremos, que es la excelencia. Y también queremos que la universidad se acerque cada vez más a las empresas de la Región, que haya internacionalización, formación dual e idiomas, entre otras medidas.
- ¿Confía en que se impulse la nueva ley de Universidades este 2020?
- Eso nos gustaría. Nos consta que el Gobierno en funciones tenía una ley preparada a punto de salir, pero como ahora las competencias las tiene Podemos estamos esperando. Si no hay un marco nacional nosotros no podemos actuar. Ya hemos pedido cita con el ministro. Y estamos compartiendo una estrategia de buenas prácticas y casos de éxito con otras comunidades con consejeros de Ciudadanos, para avanzar en lo posible.
- ¿Tiene un plan para la promoción de profesores contratados asociados que están acreditados? En la Universidad de Murcia hay más de 150 con la carrera paralizada.
- Tenemos un gran problema. Debemos poner orden porque si no, lo van a poner desde Europa. Hay que hacer un plan serio. El problema de esto son los falsos asociados: hay una carrera docente paralizada por el tema económico y buscar atajos crea inconvenientes. No podemos seguir contratando falsos asociados. Hay otro problema y es que el profesor titular no está utilizando su capacidad real para dar clases. Si es porque está investigando, me parece perfecto, pero hay que demostrarlo. Y el que no lo pueda hacer, tiene que dar clase.
- ¿No se controla eso actualmente?
- Hay casos que solucionar. Y hay profesionales que deben asumir más clases. De todas formas, no explica un 40% o más de asociados. Hay que buscarles una solución y en ello estamos. Esa gente tiene una vocación científica y universitaria porque si no, no habrían aceptado esas condiciones. Es una situación vejatoria. Ha sido una vía mientras llegaba algo mejor, pero no se puede seguir perpetuando.
- En investigación, en 2019, ha aumentado la partida 1,5 millones de euros para 100 contratos de investigadores jóvenes.
- Para mí, mantener lo que teníamos ha sido un éxito. Si cogemos cifras de la Fundación Séneca de la época buena, estamos al 50%, pero conseguir cerrar toda la carrera investigadora es un éxito. Estamos haciendo una optimización de los recursos públicos impresionante. Quiero mantener y ampliarlo todo lo que pueda. Para mí, todo dinero es poco para universidades e investigación. Creo que la Región lo merece. Sólo pido un poco de paciencia y que se nos juzgue por nuestros resultados.
- Hace poco han anunciado un proyecto conjunto de tecnología Blockchain con la UMU, la UPCT y la UCAM. ¿Está satisfecho con la relación de las tres universidades?
- Creo que no existía una unión de las tres universidades. La UCAM estaba bastante fuera. Aquí (por la Consejería) están las tres representadas y ese proyecto es un paso muy grande. Las tres están haciendo un trabajo conjunto que pone a la Región de Murcia líder mundial. Pero hay mucho que hacer.
