'Living Foto Room': cientos de fotografías dejan un testimonio histórico del encierro en las casas 

MURCIA. "La fotografía ayuda a las personas a ver", dijo en cierta ocasión la fotógrafa estadounidense Berenice Abbott. Y eso, precisamente, es lo que propone La Cámara Roja con un proyecto que ha bautizado como Living Foto Room: pararnos a ver dentro del confinamiento de nuestras casas. Momentos cotidianos, escenas familiares, detalles que pasan desapercibidos... pueden ser objeto de atención del que sepa ver, quedar atrapados en una imagen y pasar a formar parte de una crónica visual sobre este acontecimiento tan excepcional, que la mayoría de la población está viviendo desde el encierro en sus hogares. La propuesta es fotografiar desde nuestros salones... o desde cualquier rincón de nuestro particular confinamiento.

"Queremos llevar la fotografía hasta el corazón de las casas en estos días en los que disponemos de más tiempo para aprender y experimentar. El objetivo es que cada uno de los participantes cuente de forma personal y visual su experiencia del confinamiento en casa durante la crisis del coronavirus. Y que la fotografía sirva a la vez de herramienta de análisis y creación", explican Silvia Marte y David de Flores, los capitanes de La Cámara Roja, que durante estos días de encierro no han dejado de trabajar en casa, en compañía, eso sí, de un pequeño timonel que todo lo convierte en un juego. 

El resultado de este 'juego' en concreto es que, en poco tiempo, La Cámara Roja ya ha recibido más de 400 fotografías enmarcadas en este proyecto, desde ciudades como Murcia, Madrid y Barcelona. Además de "una propuesta para vencer el hastío y aprender fotografía desde casa durante la cuarentena", el proyecto Living Foto Room Project hará posible que "al final del estado de alarma tengamos una importante colección de imágenes que resumirán el sentimiento colectivo de este momento histórico". Un importante testimonio fotográfico que es muy probable tome forma de fotolibro.

Cada día, un reto y nuevas habilidades

La actividad -gratuita y pensada para todo el mundo, independientemente del nivel de conocimientos fotográficos y la edad- ofrece, además, una oportunidad de aprender nuevas habilidades, ya que "este proyecto es a la vez un curso de fotografía y un juego". De tal forma que, diariamente, La Cámara Roja irá poniendo retos y pruebas fotográficas para aprender nuevas habilidades, ayudando además a descubrir y desarrollar un estilo personal. Para ello, Silvia y David explican los retos a través de vídeos en los que comentan y explica el trabajo de un fotógrafo de referencia.

Los requisitos de las fotografías para que formen parte del proyecto es que tendrán que ser realizadas expresamente (no valen de archivo);  en el interior de casa, bajo las condiciones de confinamiento indicadas por el Estado de Alarma decretado; las fotos para cada reto solo se podrán presentar hasta las 00:00 horas del día siguiente a su publicación; y no es necesario hacer todas las pruebas. "Si haces todas las pruebas, tendrás una mención especial pero no es obligatorio. Keep calm", tranquilizan al personal.

Niños jugando o desfogando su energía como pueden, sofás, mantas desordenadas, trabajo ante el ordenador, lectura, la televisión encendida, comidas en familia o mascotas (seguramente las únicas que agradecen el confinamiento) muestran las escenas cotidianas de este encierro sin precedentes. Y es que mirar las 400 fotografías que les han llegado, en lo que es tan sólo la fase inicial del proyecto, "es como tener 800 ojos en diferentes hogares contando su experiencia personal", dicen los creativos de La Cámara Roja, concebida como una casa de la fotografía (laboratorio, escuela, espacio expositivo y gestión cultural) en el murciano barrio de Vistabellas. Living Foto Room Project (http://lacamararoja.com/living-fotoroom/) recuerda así otra de las frases de Berenice Abbott -para acabar como hemos empezado- y es que "la fotografía es el medio adecuado para recrear el ahora, el mundo vivo de nuestros días". En este caso, unos días que esperemos sean pocos y no se repitan.