MURCIA. Rita tenía unos siete años la primera vez que la vio Paloma Comuñas en un campamento de refugiados de Ritsona. La fotografió tras una ventana, dibujando con sus manos la forma de un corazón con el que se tapaba la boca, a pesar de lo cual se adivinaba una sonrisa. Los ojos de la niña también sonrían a la cámara, más bien a la fotógrafa, como si detrás de su expresión infantil y risueña no se escondiese una tragedia una y otra vez repetida; y que, como todos los dramas que se convierten en cotidianos, corre el peligro de perderse en el olvido. La joven voluntaria murciana no quiso que eso ocurriera con Rita. Esta imagen, junto con las otras 76 del fotolibro La Otra Orilla, denuncian la situación de los campos de refugiados en Grecia
La casa donde Rita vivía en Siria con su familia fue bombardeada. Su padre murió y ella emprendió junto a su madre y su hermano un viaje a pie hasta la costa de Turquía. Con todo lo de valor que poseían y con todo lo que el camino implicaba: su madre quedó embarazada como consecuencia de una violación. A merced de las mafias, pagaron una gran cantidad de dinero para llegar hasta Grecia, pero cuando ya estaban cerca de las luces - nadie sabía a ciencia cierta qué iluminaban- la barca naufragó y sus tripulantes fueron rescatados por un barco, creen que el Open Arms, que los llevó hasta Ritsona. Allí fue donde la madre de Rita tuvo el bebé que concibió durante el camino y donde la niña le mostró un corazón a Paloma Comuñas a través de una ventana.
El fotolibro La Otra Orilla ha sido realizado por la Asociación Amigos de Ritsona -con Teresa Fuentes a la cabeza- en colaboración con el Proyecto Erasmus+ Refugium (coordinado por la Universidad de Murcia). La publicación se presentó el pasado fin de semana en la galería de arte La Aurora, donde se descolgaron Picassos, Tapies y Mirós para mostrar en sus paredes las imágenes que buscaban “hacer visible lo invisible”. Con una magnífica edición de Elena Ortiz y Francesca Nena Danesi, la recaudación que se obtenga con la venta de este fotolibro se destinará al trabajo sobre el terreno que realizará la asociación en los campos de refugiados griegos con voluntarios y voluntarias murcianas.
Cuenta Paloma Comuñas que hizo más de cinco mil fotografías en los campos de refugiados de Ritsona (cerca de Atenas) y Moria (Lesbos), y que fue la editora Elena Ortiz la encargada de realizar una selección que siguiera un orden, “porque yo era incapaz, ya que para mí detrás de cada fotografía había una historia”, cuenta la joven fotógrafa que trabaja en medios audiovisuales y cuyo objetivo al captar estas imágenes era dejar constancia de una situación que “cada año es peor”. “Nunca me había costado tanto hacer un encuadre y apretar el disparador de mi cámara. No solo por la amenaza policial, sino por el gran shock que me producía tanta injusticia"”, añade la fotógrafa, quien indica que los ejemplares de La otra orilla se pueden adquirir en la librería Traperos de Murcia o través de la propia asociación.
Lo último que supo Paloma Comuñas de Rita fue que se encontraba en un campo de refugiados en Alemania con su madre y sus hermanos, aunque allí las condiciones tampoco eran las mejores. Después, desconoce qué pasó con sus teléfonos, pero ya no pudo volver a ponerse en contacto con ellos.