Ana Martínez Vidal: "El PP no está gobernando en la Región de Murcia"

MURCIA. No tiene reparos la portavoz del Gobierno regional, Ana Martínez Vidal, en reconocer que no es "un busto parlante", ni una "experta en oratoria", ni tampoco puede conocer todos los temas en profundidad en apenas tres meses en el cargo. "Yo no pedí ser portavoz pero lo hago lo mejor que puedo. Es una responsabilidad muy importante que el mensaje del Consejo de Gobierno llegue de la forma más fidedigna posible". Por eso, admite, "me ha costado. Una política no es una presentadora. Hay temas cuyos antecedentes no puedo dominar porque los gestionan mis compañeros en otras Consejerías, aunque de lo mío sí puedo hacer un monográfico".

Tras los primeros meses de un Gobierno de coalición inédito en la historia de la Región, y con más de 100 actos a sus espaldas, la también consejera de Empresa e Industria asegura sentirse ahora más cómoda con el papel que le ha tocado desempeñar. No ayuda, sin embargo, la delicada coyuntura política actual: el batacazo electoral de Ciudadanos, las desavenencias dentro de su partido o el sutil equilibrio del Consejo de Gobierno planean incesantemente sobre su labor.

Se suma el contratiempo que afrontó a principios de noviembre cuando tuvo que destituir a su jefe de gabinete tras conocerse su condena a 15 meses de cárcel por un delito de insolvencia punible. Desde entonces, no ha querido arriesgarse a otro fichaje y ella misma organiza su agenda. "Me gusta personalmente decidir y establecer el criterio de con quién tengo que reunirme".

-Es la portavoz del primer Gobierno de coalición de la historia de la Región. ¿Cómo han sido los cien primeros días?

-Sinceramente, el balance es muy positivo. Cuando aterricé en la Consejería nos encontramos con una situación complicada: la DANA, una crisis medioambiental muy importante en el Mar Menor, con el episodio de anoxia y los peces muertos, y después hubo unas elecciones. En tres meses es muy difícil valorar los resultados no sólo de un Gobierno, sino también para cualquier persona que empieza un nuevo trabajo en una empresa. Aun así, hemos sacado adelante proyectos y temas que estaban atascados en el pasado. Y yo estoy contenta.

-Tras el resultado de las elecciones, la dirección nacional de Ciudadanos va a cambiar. ¿Afectará al pacto de Gobierno de la Región? ¿Les hace replantearse las cosas?

-Cuando hay una situación política complicada, los partidos intentan sacar rédito. En este caso, el PSOE aprovechó para anunciar la moción de censura. Pero este Gobierno, que ha costado mucho sacar adelante, lleva tres meses funcionando. Tuvimos más de dos meses de negociaciones para llegar a un acuerdo con un partido, el PP. Yo no comparto su ideario político y nuestro argumentario difiere en algunos puntos, pero llegamos a un acuerdo por el beneficio de todos los murcianos. Por ahora, no hay un motivo por el que nosotros debamos desandar lo andado y plantear otra opción. Las elecciones autonómicas y municipales ya tuvieron lugar y los resultados del 10-N se deben ver en clave nacional, no regional.

-Dice por “ahora”. ¿Significa que puede cambiar a lo largo de la legislatura?

-No tengo previsto que cambie a lo largo de la legislatura.

-¿Hay unidad en el Consejo de Gobierno?

-Hasta la fecha sí la ha habido. Es más, creo que la relación a nivel personal entre los consejeros incluso es más positiva cuando son dos partidos políticos que cuando es un Gobierno monocolor.

-En los mentideros se dice que se lleva mejor con consejeros del PP que con los de Ciudadanos. ¿Qué piensa cuando escucha estos comentarios?

-Mis dos compañeros Miguel Motas y Beatriz Ballesteros son una apuesta mía personal. Los dos son consejeros de Ciudadanos. Por mi parte, no sólo la relación es magnífica, como lo es con todos los consejeros de Ciudadanos, sino especialmente con ellos, porque son grandes profesionales. Personalmente aposté por ellos porque sabían que iban a hacer una magnífica labor. Yo no he fichado a ningún consejero del PP. Pero tengo muy buena colaboración con el resto de consejeros: con Esperanza, con Antonio Luengo, con José Ramón… con todos.

-¿Y con Isabel Franco?

-Con ella tengo la misma relación que con el resto.

-¿Hay afinidad política entre las dos?

-Afinad política, por supuesto. Las dos defendemos el mismo partido.

-¿Y personal?

-Es que no tengo afinidad personal con todos los miembros del Gobierno.

-En una entrevista al eldiario.es, Isabel Franco calificaba al presidente como "inmaduro". ¿Está de acuerdo con ella?

-No estoy de acuerdo en absoluto; no se puede descalificar no sólo al presidente, sino tampoco a ningún compañero consejero, ni a ningún compañero del partido ni a nadie, independientemente de lo que uno opine sobre otros. No es mi manera de hacer política. Puedo diferir en muchas cosas con el presidente. Hay temas que no comparto, pero desde el respeto y desde la colaboración se consigue mucho más.

-En la misma entrevista, la vicepresidenta señaló que Miguel Sánchez es “pasado”. Usted ha salido en su defensa en Twitter.

-He emitido un tuit porque Miguel Sánchez es senador por designación autonómica y es un compañero que ha trabajado mucho por este partido y que obtuvo los mejores resultados de Ciudadanos en la Región. No se puede descalificar a una persona como que forma parte del pasado cuando es senador autonómico. Hay que respetar a todos los compañeros, con independencia de si tienes una afinidad personal o no. Yo con Miguel Sánchez prácticamente no he coincidido ni tengo una relación estrecha con él, pero eso es una cosa y otra cosa es reconocer a cada uno lo suyo. Nunca me gustaría que lo hicieran conmigo. No me gustan las descalificaciones personales, tampoco con Diego Conesa. Es un compañero de la Asamblea Regional, con el que tengo buena relación. No se debe descalificar a nadie

-Ciudadanos ha recibido muchas críticas por su decisión de pactar con el PP. En la campaña, Inés Arrimadas afirmó en Murcia: "¿Os imagináis cuatros años más del PP en el Gobierno de la Región?”. ¿No es incongruente con lo que hizo el partido después?

-Entiendo que resulte un poco complicado de entender, pero el PP no está gobernando en la Región de Murcia. 

-¿No?

-No. Hay un Gobierno en coalición de PP y Cs, que es muy distinto. Hay un Gobierno en el que los consejeros de Cs estamos aplicando las políticas de nuestro partido y llegando diariamente a acuerdos con el PP. Otra cosa es que trascienda, pero puedo garantizar que esos acuerdos se están negociando entre consejeros del PP y Cs. No estamos de acuerdo en todos los temas. Comprendo que algunos no entiendan que haya un cambio real, pero el cambio existe. De hecho, se está viendo. Se están tomando decisiones de calado, como la disolución de Murcia Emprende. Cambios hay y va a seguir habiendo. En el Info se va a producir una reestructuración integral.

-Y ante la ciudadanía, ¿cómo se distingue a Ciudadanos del PP? Corre el riesgo, como parece que demuestra el resultado electoral, de que la gente asocie a los dos partidos como lo mismo.

-Siempre nos hemos caracterizado como un partido de centro. En Lorca se está gobernando con el PSOE; también se llegó a un acuerdo con el PSOE en Cartagena. Se ha llegado a acuerdos puntuales con el PSOE. Pero no necesariamente el cambio pasa por un Gobierno con el PSOE.

-¿Y no cree que los murcianos esperaban que Ciudadanos pactara con el PSOE, puesto que además sumaba mayoría absoluta?

-Cuando Albert Rivera planteó que el socio preferente iba a ser el PP, obtuvimos los mejores resultados a nivel nacional, con 57 diputados. En ningún caso creo que haya sido un error. Otra cosa es lo que ha ocurrido posteriormente: la estrategia política que se ha seguido antes de estas elecciones generales. Tenemos que reconocer que hubo un fallo de estrategia. Pero lo hubo ahora. Y por eso los votantes nos lo han penalizado.

-¿Qué fallo es?

-Puede tener muchas lecturas. Somos un partido de centro y lo hemos demostrado: somos un partido liberal, moderado, constitucionalista y que está en contra de los extremos, el radicalismo y el independentismo. Eso nunca ha cambiado. Probablemente haya habido ese fallo de estrategia política, que pudo ser no haber facilitado ese Gobierno, que así lo hayan entendido determinados votantes y que nos hayan penalizado yéndose a otras formaciones políticas. Estoy convencida de que muchos de esos votantes se han arrepentido. Con todo el respeto para los votantes: el castigo a Ciudadanos ha sido excesivo.

-¿No lo atribuye a que el giro a la derecha fue demasiado pronunciado para electores que buscaban una opción de centro?

-No creo que nos hayamos situado a la derecha en ningún momento. Hemos planteado acuerdos con el PSOE en lugares puntuales. Hemos visto en las generales que nuestros votantes se han ido al PP o a Vox; solamente un 4% se ha ido al PSOE. Con eso lo digo todo. Los 47 escaños repartidos suman numéricamente PP y Vox. Nuestro votante no está descontento. Por supuesto, hay críticos puntuales, pero igual que en todos los partidos, no sólo en Ciudadanos. En el PSOE hay críticos que no están de acuerdo con el pacto con Podemos. En el PP también hubo voces críticas cuando Casado empezó a liderar el partido. Y ahora es evidente que nuestro votante nos ha castigado y se ha ido al PP o a Vox. En ese sentido, nuestra estrategia no fue desacertada.