MURCIA. La irrupción de internet, como tantos otros órdenes de la vida, ha cambiado por completo el turismo tal y como lo entendíamos. Entre los cambios que trajo el nuevo siglo destaca el de la aparición de los pisos turísticos. Como todo cambio, su aparición en sus inicios generó polémica con los hoteles, hasta el momento el único tipo de alojamiento al visitar una ciudad. Con su generalización, fueron apareciendo problemas tanto para el propietario del inmueble como para el propio turista. Y es en este tipo de problemas donde nace Weguest, una startup fundada en Murcia por José Francisco García y Mariano Guerrero.
"Se trata de una startup que gestiona los procesos de entrega y recogida de llaves, la comunicación con los huéspedes a cualquier hora los 365 días del año, la lavandería y la limpieza del inmueble, así como cualquier incidencia que se pudiera producir de este tipo de alquileres en plataformas como AirBnB o Wimdu. También optimiza el perfil de la vivienda para que tenga más visitas y actualiza el precio", señala Mariano Guerrero.
Pero ¿Cómo nace? De la experiencia y de detectar problemas que nadie había explotado empresarialmente. "Yo trabajaba en Nueva York y mi socio en Hamburgo y al alquilar un piso vimos los problemas que se generaban, tanto para el cliente como para el propietario. Observamos que nadie había dado respuesta a este tipo de problemas", afirma José Francisco. Lo que nació de casualidad es ya un negocio presente en toda España y que cuenta con cerca de 70 empleados.
Nacida en 2016, una de sus principales garantías para el propietario que cede la explotación turística de su inmueble es el respaldo de la marca Airbnb, una de las principales plataformas de alquiler turístico. "Ellos, para respaldarnos, nos hicieron una auditoría y vigilan que cumplamos todos los requisitos. Solo hay 5 como nosotros en todo el mundo", afirma orgulloso José Francisco, que vio la oportunidad y desde entonces ha afianzado un negocio presente en casi cualquier rincón de España.
En el día a día se presentan los problemas propios de cualquier vivienda. "Cosas que se rompen, la limpieza… Nada grave generalmente. Todo aquello que podemos tener automatizado lo tenemos, ya que destinamos cerca de un millón de euros a innovación y desarrollo", señala José Francisco.
Aunque hace tiempo que se dejó de ver con cierto desprecio a este tipo de negocio, José Francisco reivindica este tipo de alojamiento turístico. "Apoyamos un sector sano, que debe estar dentro de la legalidad. Prohibirlo es un error. El turismo demanda esto, hay que establecer una regulación lógica, que ayude a solucionar los problemas que puedan surgir entre vecinos y turistas".