Recreación del proyecto de rehabilitación de la Cárcel Vieja.La firma del contrato permitirá el inicio de los trabajos, que estaban previstos para marzo
MURCIA. Construida a finales del siglo XIX y en desuso desde 1981, la Cárcel Vieja de Murcia lleva casi 40 años esperando resurgir. En la última década se ha anunciado varias veces a bombo y platillo que su rehabilitación y puesta en valor como referente cultural y social para la ciudad de Murcia iba a ser inminente. Y es que su situación es privilegiada, ya que está entre la Plaza Circular y la avenida Primo de Rivera, corazón de movilidad de la ciudad.
Los retrasos y continuos vaivenes en el inicio de las obras dan un nuevo paso con el nuevo anuncio del comienzo de la fase 1 de la rehabilitación. Y es que el Ayuntamiento ha anunciado en un comunicado que el primer teniente de alcalde y concejal de Fomento, Mario Gómez, ha firmado los contratos para la ejecución del proyecto.
El anterior anuncio situaba para el mes de marzo el comienzo de los trabajos, y aunque no lo hicieron a principios de ese mes, como se aseguraba desde el Consistorio. La paralización por el estado de alarma derivado del coronavirus hizo que se postergaran.
Los trabajos han sido adjudicados a la UTE Orthem Servicios y Actuaciones Ambientales S.A.U. y Wenceslao García, Pinturas y Decoración S.A. por un importe global de 1.906.800 euros y un plazo de ejecución de 12 meses y se ejecutarán según el proyecto ganador del primer premio del concurso de ideas, 'Muros etéreos', elaborado por IH Arquitectos.
El proyecto prevé rehabilitar una superficie total de 1.321 metros cuadrados, distribuidos en 642 metros cuadrados de la planta baja y 679 metros cuadrados de la primera, "lo que permitirá crear un espacio amplio y abierto a la ciudad, permeable y respetuoso con la arquitectura existente, memoria histórica y entorno".
La Fase I del proyecto incluye la rehabilitación del edificio de cabecera o acceso principal, ubicado entre la Plaza Circular y Primo de Rivera, y su entorno, con zonas ajardinadas y nuevos accesos peatonales desde diferentes lados del edificio. La propuesta básica establecerá la homogeneidad entre las dos fases: la primera que afecta a la cabecera del edificio, y la segunda que engloba la parte trasera del mismo.
Para ello, la condición previa será la demolición de los muros y la incorporación de los patios carcelarios al trazado urbano, ‘haciendo posible que un edificio agresivo y hostil, se transforme en un edificio para el disfrute de todos y completamente permeable y abierto a la ciudad, por donde los vecinos puedan transitar, tanto perimetralmente como por el patio existente, sin barreras arquitectónicas'. De esta forma, el resultado del proyecto será un espacio abierto a la ciudad, permeable y respetuoso con la arquitectura existente, memoria histórica y entorno.
