MURCIA. Hablar de la concurrida calle Trapería de Murcia es hacerlo de tradición y vida social en el corazón de la ciudad. Y hablar del emblemático edificio de tintes modernistas Alegría de la Huerta -proyectado hace cien años en esta vía por el arquitecto José Antonio Rodríguez- es hacerlo de un trocito de historia, ya que allí estuvieron los antiguos almacenes del mismo nombre, los primeros que existieron en Murcia. Este es el contexto en el que se sitúa la espectacular reforma de la que vamos a hablar este domingo, llevada a cabo por el estudio murciano Alarcón Carazo + Eglinger Arquitectos (ACE), que ha recuperado los elementos originales, eliminando lo supérfluo, para crear una vivienda con memoria y a la vez tremendamente actual, donde la luz y el espacio son protagonistas. Una vivienda sin artificios donde el buen gusto habita en todos sus rincones.
Explican desde el estudio de arquitectura que el proyecto surgió después de que los propietarios tuvieran la posibilidad de adquirir la vivienda inferior a la que vivían, con el fin de llevar a cabo una ampliación. De esta forma, se creó un escenario ideal para trabajar, ya que los dueños seguirían viviendo en su casa mientras se realizaba la obra en la planta de abajo. Los trabajos y el amueblamiento completo duraron tres años.
"En este caso se trata de un trabajo de limpieza, de eliminar aquellas actuaciones que desde 1920 se fueron añadiendo tras múltiples reformas de la vivienda adquirida en el edificio", señalan desde el estudio, donde especifican que con la nueva distribución, la planta superior, sobre la que no se actuó, se destinó a los hijos; y la inferior, que fue objeto del proyecto, a zona de estar, habitación de matrimonio, habitación de invitados, estudio y cocina.
Asimismo, explican que "la vivienda adquirida estaba a medio ejecutar por el anterior propietario, con un proyecto convencional con suelos de barro cocido, miles de particiones y falsos techos de pladur. Conforme fuimos destapando en la demolición, fuimos descubriendo que los elementos originales estaban simplemente tapados. El resto únicamente consistió en eliminar lo superfluo".
Entre las actuaciones se encuentran las llevadas a cabo en el suelo -de madera de pino blanqueada de siete metros de largo- y el revestimiento en baños de cemento pulido con el poro cerrado mediante resinas. Asimismo, cabe destacar que para las contraventanas, techos y parte superior de la obra se han recuperado los elementos originales.
Alarcón Carazo + Eglinger Arquitectos agradece a los propietarios "la paciencia que han tenido, la pasión por la arquitectura y su involucración en el proyecto, que ha sido fundamentales para llevar a término este".
El edificio Alegría de la Huerta recibió en 2017 el Premio a la Calidad en la Edificación de la Región por permanecer inalterado con el paso del tiempo, ofreciendo con sus cien años, altos valores de habitabilidad a sus moradores, incluyendo eficaces soluciones estructurales y un buen tratamiento de los materiales tradicionales.
El edificio fue proyectado por el reconocido arquitecto José Antonio Rodríguez (autor de la Casa Díaz-Cassou y la Casa Cerdá) en el año 1920. En los locales que se encuentran en los bajos, se situaron los grandes almacenes de igual nombre que la edificación, los primeros en Murcia. En el año 2014 tuvo lugar la rehabilitación parcial del edificio, que se acometió en dos fases: en la primera se actuó sobre la fachada de la calle Platería y el refuerzo estructural del forjado de la planta correspondiente al portal sito en la calle González Adalid. En la segunda fase se rehabilitó la fachada de la calle Trapería, reparando estructuralmente los balcones pues las vigas presentaban un avanzado estado de corrosión.
Destacaban en la concesión del premio, que este ilustre edificio se encuentra ubicado en la calle Trapería, un lugar muy concurrido y característico del centro histórico de Murcia, lo que le añade valor a la edificación. Destaca por su fachada ejecutada con sistemas constructivos tradicionales, y la ornamentación en sus voladizos y balconeras, lo que lo hacen parte conjunto de edificios singulares que caracterizan y dan su historia al centro de Murcia.
Actualmente se encuentra protegido con el nivel de protección Estructural, grado 2-Rehabilitación.