Podemos se revuelve contra la "injusta" sanción a Egío y llama a la movilización y la desobediencia civil

MURCIA. Podemos no se quedará de brazos cruzados tras conocer la propuesta de la Asamblea Regional para sancionar al diputado morado Víctor Egío tras negarse a abandonar el Hemiciclo por recibir ataques personales y bulos del portavoz de Vox. El parlamentario morado anuncia que recurrirá la decisión adoptada este jueves por la Comisión del Estatuto de la Diputada o Diputado y de la Actividad Política, que acepta la propuesta de la presidenta del Parlamento, Visitación Martínez, de multar a Egío de sus funciones parlamentarias y la asignación económica durante un mes. Una medida, eso sí, que todavía debe ser debatida y votada en un pleno (cuya mayoría absoluta está en manos de PP y Vox).

"Vamos a recurrir a todas las vías legales a nuestro alcance, pero también a la movilización y a algo tan poderoso como la desobediencia civil", avanzó el dirigente de Podemos, negándose a quedarse de "brazos cruzados", porque, en su opinión, "frente a una injusticia radical la respuesta debe ser proporcional". De hecho, la portavoz del Grupo Mixto, María Marín, y el propio Egío tenían previsto este viernes convocar a los medios para anunciar la respuesta de la formación morada ante la multa de un mes de suspensión de funciones y sueldo.

Egío considera que es muy injusto que una Asamblea que en la pasada legislatura acogió "un desfile de tránsfugas" y que en la presente ve como "la utraderecha ataca todos los días los derechos LGTBI, niega la violencia de género o criminaliza a los niños inmigrantes" la única multa que se plantee sea para él. "La única sanción propuesta es para un padre que solo intentó defenderse de los bulos y las injurias de Vox por ejercer la conciliación y su derecho a un permiso de paternidad", adujo, señalando que son "tiempos muy oscuros" y les quieren "amordazados frente a sus bulos e injurias".

¿Qué sucedió en el pleno del pasado 26 de junio. La Cámara se disponía a votar el cambio de una norma (la reforma que elimina el Consejo de la Transparencia y lo convierte en un órgano unipersonal, creando la figura del comisionado de la Transparencia) cuando el parlamentario morado, levantado desde su escaño y con gestos de clara indignación, pedía intervenir por haber recibido alusiones personales del portavoz de Vox, Rubén Martínez Alpañez, quien en su anterior intervención en la tribuna comentó "la ausencia del diputado de Podemos durante seis meses", por una baja paternal, algo que Egío desmiente, porque "fueron dos meses" (fue padre el 18 de abril).

"Guarde silencio, no está usted en el uso de la palabra", le insistió en varias ocasiones la presidenta de la Asamblea, que pedía seguir con la votación y, ante las quejas de Egío, le rogaba que no "impida el desarrollo normal de este pleno". A la tercera llamada de atención, Martínez le ordenó que abandonara el salón de plenos. "Abandone este salón", decía entre protestas de Egío. "Márchese, señor Egío", le reiteró, sin que el diputado se levantara de su escaño. "Esto es muy grave: interrumpir la sesión", lamentaba la presidenta del Parlamento, que ordenaba la cancelación temporal del pleno. La polémica se zanjó en primer lugar con una suspensión temporal de la sesión, pero, tras la reunión de urgencia de la Junta de Portavoces para abordar el incidente, la Asamblea acordó suspender suspender definitivamente la sesión plenaria de hoy.

Los motivos de Egío

El diputado morado esgrime que solicitó su legítimo derecho a réplica por alusiones personales, "amparado en el artículo 93 del reglamento de la cámara, ante las injurias del portavoz de Vox y la Presidenta no le dio la palabra". Egío denuncia una "caza de brujas" y lamenta que la Asamblea Regional ha dado un paso más en la deriva autoritaria que sufren desde hace tiempo".

En un menasje publicado redes sociales el mismo día de los hechos, Egío explicaba así su versión de lo sucedido: "El pasado 18 de abril fui padre de una niña. Hoy el portavoz de Vox en la Asamblea, Rubén Martínez Alpañez, me ha acusado de estar seis meses sin venir a la Cámara. No sólo es mentira, sino que es un ataque gravísimo a todas las personas que creen y defienden el derecho a la conciliación".

En su opinión, "más grave aún es que la presidenta de la Asamblea no me haya permitido defenderme de estas infames alusiones personales, tal y como recoge el artículo 93 del reglamento y como sucede en cualquier parlamento democrático del mundo y, al contrario, haya decidido expulsarme del Pleno". 

Y agrega: "No me voy a ningún sitio. Voy a defender mi derecho, a mi familia y el derecho a conciliar de millones de padres y madres sin que nadie nos insulte. Hasta las últimas consecuencias y tenga el coste que tenga. En esta Región sigue y seguirá habiendo miles de personas que no se arrodillan ni se achantan ante estos fascistas ni lo vamos a hacer nunca".

Los argumentos de la Asamblea

Sin embargo, la Comisión del Estatuto de la Diputada o Diputado y de la Actividad Política, que se reunió este jueves, adoptó favorablemente, por mayoría, la propuesta de la Presidencia de la Cámara porque entiende que los hechos "revisten la gravedad suficiente para que puedan ser constitutivos de una conducta sancionable".

 Así lo justifican: "De acuerdo con lo que prevé el artículo 118.4 del Reglamento de la Cámara, por cuanto se tuvo que interrumpir una votación a pesar de lo preceptuado en el artículo 102 del Reglamento - que recoge expresamente que 'las votaciones no pueden interrumpirse por causa alguna' -, suspendiéndose la sesión al negarse a abandonar el Salón de Plenos tras haber sido expulsado y requerido para ello por la Presidencia, tal y como estipula el artículo 114.1 c) del Reglamento"