CARTAGENA. El poco tiempo que llevamos de año está suponiendo un buen quebradero de cabeza para Navantia, que ve cómo la plantilla ha iniciado una serie de acciones que afectan de manera significativa al trabajo y a la marcha de los proyectos, especialmente los S80 en el caso de Cartagena. La plantilla presiona mientras se prepara para las movilizaciones. "Entre los trabajadores hay voces donde se pide endurecer más las medidas que hemos tomado en Cartagena, que son las de no colaboración" explica el presidente del Comité de Empresa del centro cartagenero, José Antonio Sánchez.
Estas acciones que se pusieron en marcha a mediados del pasado mes de enero -no se realizan prolongaciones de jornada ni se trabaja en sábados, domingos ni festivos- fueron expuestas la pasada semana a la Ministra de Defensa, Margarita Robles, quien pudo comprobar de primera mano que el programa S-80 se retrasa otra vez por diferentes problemas, entre ellos la falta de mano de obra.
Esta mañana están previstas asambleas generales en todos los centros de Navantia, en las que se debatirá cómo enmarcar las posibles acciones, en forma de paros o movilizaciones, en un calendario único. "Nosotros reclamábamos cosas que afectan a todos los centros y otras solo a la factoría de Cartagena, pero creemos que es mejor un calendario común, que es lo que nos une", apostillaba Sánchez tras mantener una reunión con la portavoz regional de Podemos, María Marín, y la concejala de Podemos en Cartagena, Leli García.
Corroboraba el representante de los trabajadores, que la no colaboración de la plantilla ha puesto en evidencia "la precariedad" en las condiciones laborales. "Se sigue trabajando en los submarinos, pero no sé cuánto se va a retrasar el proyecto, si se va a retrasar y el impacto que tiene", aunque ya es de sobra conocido que el S81, el primero de los sumergibles, no estará a tiempo para ser entregado a la Armada este primer semestre. Es más, para el 4 de abril estaba prevista una inmersión estática del Isaac Peral, pero "no sé qué alcance tendrán las medidas. Si se endurecen en este ciclo de reuniones, al 4 de abril no llegamos", avisa José Antonio Sánchez.
Además, las consecuencias de lo que viene ocurriendo con la plantilla, también afectan, en parte, al segundo de la serie, el S82. El diario El Confidencial anunciaba que en una resolución publicada por el Boletín Oficial del Ministerio de Defensa, se indicaba que el Narciso Monturiol tiene la fecha de entrega a la Armada para junio de 2025, cuando la previsión del propio ministerio era, meses atrás, la de diciembre de 2024.
Recuerdan los trabajadores que el respaldo de los partidos políticos es lo único que han obtenido en estas semanas y que el acercamiento con la empresa es nulo. "No hay respuesta", admiten, aunque el próximo 14 de febrero está previsto el próximo encuentro con la empresa "y se tratará la problemática del convenio", o eso es lo que esperan.
Recuerdan que no se les ha abonado todavía el incremento salarial del 3.5% pactado para todas las empresas y administraciones públicas. "A la plantilla de Navantia se le adeudan esas cantidades desde el 1 de enero de 2022". A eso hay que añadir, afirman los propios sindicatos, la no aplicación del último convenio colectivo (cuya vigencia acabó en 2021) en materia de reclasificación profesional, vacantes, promociones y nuevas incorporaciones, así como una sobrecarga de trabajo en horas extras e insuficiencia de nuevas contrataciones de personal.
"Nos falta personal y hemos hecho un esfuerzo enorme por cumplir los hitos que teníamos delante: entrega del submarino con el Rey, entrega con la Armada" reconocía el presidente del comité de empresa días atrás, "la plantilla está a tope de trabajo. No puede ser, rozamos la ilegalidad o la irregularidad y esto tanto para la propia empresa como para la industria auxiliar", apostilló.