CARTAGENA. El Ayuntamiento de Cartagena ha decidido emprender unas obras de mejora del alumbrado ornamental del área de uso urbano del Parque del Cerro del Molinete. Para ello ha preparado un proyecto, que presupuesta alrededor de 250.000 euros -asociado al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y con financiación europea- y cuenta con siete meses de actuación, y que consiste en la sustitución de los puntos de luz existentes por otros de tecnología led y ópticas adecuadas, así como la ampliación de zonas de alumbrado en áreas de paso y encuentro, y la iluminación de los puntos históricos relevantes del parque.
Actualmente, la iluminación del parque se rige por una iluminación en el perímetro de las vías principales (la mayoría inactivas por el vandalismo) y unos proyectores en columna para las zonas comunes como parques y áreas de encuentro. La iluminación ornamental existente consta de tres proyectores que iluminan el molino de viento en la cima del cerro. El resto de los elementos patrimoniales no tiene una iluminación propia, lo que hace poco atractiva la visita del parque en horas con poco o nulo aporte de luz natural.
Para la renovación del proyecto de alumbrado del parque se propone una iluminación que no solo sirva de guía de circulación por los caminos de este, sino que cuente una historia y nos ayude a comprender las capas de historia presentes. La iluminación ornamental brindaría la posibilidad de realzar los puntos más relevantes e icónicos del parque y dotarlos de información para que el visitante, con un simple vistazo, entienda el espacio y sus diferencias temporales. Para ello se propone la utilización de distintas temperaturas de color (de 1800K (muy cálida) a 3000K cálida) para marcar los distintos momentos históricos, siendo la temperatura más cálida la designada a los restos más antiguos, y la más fría (3000K) para iluminar la etapa más contemporánea.
La empresa Anejo de Iluminación se ha encargado de realizar un estudio de los objetivos pretendidos, un escaneo de la iluminación y situación actual y los retos que se persiguen con el contrato. La mercantil considera que la iluminación ornamental, no se efectúa para la realización de una tarea, o para aumentar la seguridad de los usuarios, "tiene la finalidad de transformar los espacios arquitectónicos en horario nocturno, captar la atención de los observadores por medio del juego de luz y sombra y marcar hitos importantes que durante el día pueden pasar desapercibidos".
Las nuevas luminarias cumplirán con una mayor eficiencia energética, usando fuentes lumínicas LED y permitirán dirigir la luz produciendo una mejor uniformidad, distribución lumínica y reducción de la contaminación lumínica.
Por su parte, la ermita de San Cristóbal sirvió durante muchos años de faro para los navegantes, es por esta razón que se plantea devolverle, a nivel metafórico y a través de la luz, su función como punto guía a la ciudad. Se propone combinar dos tipos de iluminación, la primera a partir de proyectores, proporcionando una iluminación base a la cara externa de la torre, y la otra, más potente que la anterior, una tira LED que bañe la parte superior de la ermita, y que cree ese efecto faro/ linterna, sirviendo de punto de referencia y orientación para la ciudad.
La instalación de la luminaria flexible, así como la canalización de la instalación, discurrirá por ubicaciones que no afecten a los elementos patrimoniales, ya que se plantea usar los llagueados contemporáneos existentes en el interior de la torre.
El antiguo molino de viento situado en la cumbre del cerro, aunque no tan antiguo como las edificaciones que lo rodean, marca un momento histórico y muestra la pluralidad de las épocas constructivas que se encuentran en el parque. Así pues, igual que la muralla de Carlos I (s. XVI) y la ermita de San Cristóbal, se propone una iluminación de 2700K, que enfatiza la diferencia temporal con los elementos arquitectónicos que lo rodean, a la vez que su importancia.