CARTAGENA. Después de la entrega a la Armada del primer sumergible de la serie S-80, Navantia trabaja -ya sabemos que con tiempos descompensados respecto al objetivo inicial- en la entrega del siguiente submarino de la serie, el S82, denominado Narciso Monturiol. Todas las previsiones a día de hoy nos indican que no será hasta 2026 cuando se produzca la misma, pero la empresa pública española ya ha iniciado la licitación de la adquisición de los pertrechos para equiparlo.
Recordemos que los pertrechos son el conjunto de materiales que sirven para la subsistencia de la tripulación de un buque o embarcación durante un determinado período de tiempo, así como los elementos necesarios para el funcionamiento de un buque o embarcación durante un período de tiempo determinado.
Son más de mil quinientos, divididos en 545 lotes diferentes, los elementos necesarios para equipar el sumergible y quie van desde una baraja de cartas a un soplete. Navantia invertirá más de 580.000 euros en artículos de todo tipo: ferretería, indumentaria de trabajo, papelería, barras luminosas, equipamiento médico, desfibrilador, equipo de extinción de incendios, salvamento y seguridad, esposas, instrumentos de navegación, osciloscopios, instrumentos ópticos y de astronomía, equipo de cocina, artículos de cátering, textiles, máquinas de herramientas, accesorios para aislamiento eléctrico o cinta reflectante.
Los submarinos están diseñados para transportar armamento, suministros y equipos esenciales para la tripulación.
Armamento: Los submarinos de ataque suelen llevar entre 20 y 30 torpedos y misiles. Los submarinos de misiles balísticos pueden llevar hasta 24 misiles estratégicos, aunque algunos modelos más nuevos están diseñados para transportar menos, en línea con acuerdos de desarme.
Suministros y víveres : La cantidad de suministros depende del tamaño de la tripulación y de la autonomía de la nave. Los submarinos modernos están diseñados para misiones prolongadas, con capacidad para almacenar víveres para entre 3 y 6 meses.
Equipos de apoyo: Incluyen desde equipos de supervivencia y kits de mantenimiento hasta sistemas de navegación y comunicaciones.
Por otro lado, dentro del proceso de construcción de los sumergibles los plazos de cada uno de los hitos han ido sufriendo retrasos constantes desde que fuera entregado el primero de la serie. Ahora, tal y como subrayábamos líneas arriba, el S-82 se antoja que abordará las mismas dificultades.
En Navantia, una de las unidades de trabajo más importante de la factoría cartagenera es la que se dedica a la construcción de estas naves de guerra. Un un tercio de la plantilla está solo dedicada a esta labor, lo que supone cerca de 300 trabajadores. Los sindicatos han alertado de los problemas que padecen a día de hoy para sacar adelante el proyecto de los tres sumergibles que están por entregar y denuncian una clara falta de personal, tal y como subrayó esta misma semana el presidente del comité de empresa, Eusebio Martínez.
"Ahora mismo nosotros no podemos planificar exactamente la fecha, hay una fecha de entrega de puesta a flote del S-82 a final del año que viene. Llevamos desde que se entregó el primer submarino en octubre de 2023 pidiendo personal y sin embargo todavía no nos ha llegado ese personal que sea mano de obra directa. No podemos tener tanta alta subcontratación, porque eso nos lleva a una privatización encubierta y eso no es lo que queremos, porque Navantia está cumpliendo".